EFE-REPORTAJES. Es uno de los lugares más puros del planeta para hacer turismo son las islas Galápagos.  Este año, cuando  se conmemora el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin, el ecosistema único de Galápagos se ha convertido en un coctel cultural, ecológico y científico que sitúa a las islas Encantadas ecuatorianas, como se les llama turísticamente, en el punto de mira del mundo. Cuando en septiembre de 1835,  Darwin arribó a la isla San Cristóbal, a bordo del “HSM Beagle”, encontró unas tierras prístinas, vírgenes, que apenas si habían tenido la visita de algunos marineros que buscaban refugio y descanso en su ruta de caza de ballenas, o de piratas que, según afirman los lugareños, escondían sus tesoros en las grutas de los islotes de Galápagos.

Matthias Wolff, director de Ciencias Marinas de la Fundación que lleva el nombre del científico británico, explicó a Efe que esos marineros quizás trasladaron tortugas y pájaros de una isla a otra y que pudo haber alguna interferencia del ser humano en la evolución de las especies, pero que no afectó demasiado al ecosistema propio de cada isla.

“Extrañas” observaciones de Darwin. Darwin observó cosas “muy interesantes” que resultaban incluso extrañas para el conocimiento científico de la época  pero, de acuerdo con Wolff, en ese momento el biólogo no llegó a entender “muy bien” cuál era el significado de sus hallazgos. Muchos años después, en Inglaterra, cuando  revisó las colecciones de pinzones  que había recolectado en diferentes islas del archipiélago ecuatoriano y revisó con colegas las observaciones que había anotado sobre los cucuves, se dio cuenta de que las muestras eran “increíbles”, que “había individuos de la misma especie pero que se veían diferentes”.

Lo que Darwin entendió entonces  cambió para siempre la concepción de la ciencia y la tesis de que la Tierra y el ser humano fueron creados por la mano de un dios.

La naturaleza de Galápagos pues, ayudó al científico a elaborar su Teoría de la Evolución de las Especies.

EFE. Reportaje. Según explicó Matthias Wolff, durante todo el año los habitantes y turistas de Galápagos disfrutarán de pequeñas actividades conmemorativas como obras de teatro, exposiciones, talleres, concursos o recordatorios, como el que vivieron el 12 de febrero, día en que se celebró el cumpleaños de Darwin y en el que se invitaron a todos los que también cumplían años ese día a festejarlo en las calles.

Pero el acto más importante es científico: un gran simposio internacional que se celebrará en este mes de  junio sobre el papel de la ciencia en la conservación de un lugar tan especial como son las islas Galápagos.

“Estamos invitando a expertos internacionales para que también hablen de sus experiencias en otras partes del mundo y poder comparar y formar alianzas” para juntos enfrentar los retos y desafíos para la conservación de un enclave único, Patrimonio Natural de la Humanidad, afirmó Wolff.

Las islas Galápagos   tienen una naturaleza singular por su situación geográfica y oceanográfica y por haberse mantenido aisladas tanto tiempo del continente,  y suponen un reducto impresionante de biodiversidad.

Wolff señaló que las islas tienen la influencia de las corrientes cálidas del norte del océano Pacífico, pero también de las corrientes frías del sur, por lo que los animales y plantas presentan una mezcla “superinteresante, única” y muy rica. Por eso, en una extensión muy pequeña se pueden encontrar pingüinos, un tipo de cormoranes (cuervos marinos) no voladores o macroalgas que son características de aguas frías.

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Naturaleza endémica y única

Entre el 20 y el 40% de los animales y plantas son endémicas.Éstas son islas volcánicas que también presentan zonas y hábitats muy diferenciados y aislados, no ya del continente, sino de otras islas del propio archipiélago.