A propósito de la muerte del “solitario George”, una de las tortugas gigantes del Archipiélago de Galápagos, producida en forma natural hace pocos días -lo cual ha venido a enlutar los espíritus de todos los amantes de los animales y de la naturaleza-, se dijo que con ella desaparece una más de las 14 especies originarias de tortugas gigantes, no obstante los múltiples esfuerzos realizados para que deje descendencia durante más de cuarenta años desde que fue encontrada en la isla Pinta.

El Archipiélago de Galápagos se encuentra ubicado a cerca de mil kilómetros frente a las costas continentales del Ecuador y está conformado por 13 islas mayores, 42 islas menores y numerosos islotes y rocas que conforman una superficie muy cercana a los 8.000 kilómetros cuadrados.

Las Islas Galápagos, conocidas también como Archipiélago de Colón o Islas Encantadas, fueron descubiertas accidentalmente el 10 de marzo de 1535 por Fray Tomás de Berlanga, a la sazón obispo de Panamá, quien se dirigía al Perú con el propósito de cumplir una instrucción que le había impartido Carlos V, Rey de España. Estas islas, por muchos años fueron refugio de piratas que atacaban los puertos del continente y las naves españolas que se dirigían a Europa cargadas de toda clase de riquezas y productos de las colonias americanas. 

En realidad, tanto los piratas como los balleneros fueron los depredadores de su fauna, matando a cientos de miles de lobos marinos y tortugas, casi hasta su extinción, con el propósito de utilizar sus pieles, así como su carne y aceite.

Las tortugas, asimismo, eran transportadas en sus naves, dado que éstas pueden pasar largos períodos sin comer ni beber sin que ello les afecte en mayor medida. Además de los animales más famosos de estas islas, las tortugas, en cuyo honor llevan su nombre, el archipiélago cuenta con cientos de miles de iguanas marinas y terrestres. Las de color negro; es decir, las marinas, se ubican en las rocas y en las playas junto al mar y, las de color marrón, apostadas hacia el interior, son las terrestres.  No está  de más señalar que las primeras son únicas en el mundo por la habilidad de zambullirse en el mar para comer las algas que se encuentran adheridas en las rocas.

Presencia de aves. Las islas cuentan también con la presencia de otros animales y particularmente de aves como los piqueros de patas azules y rojas, además de los enmascarados. Junto a los piqueros se encuentran también fragatas, albatros, flamencos,  pingüinos enanos y otras aves que a través del tiempo perdieron su capacidad de volar como los cormoranes, muchas de las cuales, debido a su aislamiento, no sienten temor ante la presencia del hombre. Estas aves y animales que llegaron por mar y aire a Galápagos, debido a los procesos naturales de adaptación en el transcurso de millones de años, fueron modificándose y diferenciándose de sus similares que actualmente viven en el continente.

Otro de los valores únicos que poseen  está constituido por su inmensa reserva marina generada por las corrientes marinas como la fría de Humboldt, la caliente del Niño y la que viene de las profundidades, denominada Cromwell que al llegar a estas islas emerge trayendo consigo  inmensas cantidades de nutrientes que sirven de base para la aparición del fitoplancton con el que se alimentan millones de peces y ballenas. Todo ello, sin contar con la fabulosa riqueza mineral del fondo marino que contando con la tecnología apropiada, podrá explotarse.

Darwin y su teoría. Es también importante resaltar que la particular y tan marcada diferenciación de las características entre animales y aves de la mismas especies presentes en una y otra isla, fue lo que más llamó la atención del científico inglés Charles Darwin, quien por el año 1835 se detuvo brevemente en Galápagos en su periplo por una serie de lugares alejados e inhóspitos de la tierra a donde viajó con el propósito de estudiar el comportamiento de la flora y la fauna en esos lugares.  Como fruto de su arduo y meticuloso trabajo científico de observación e investigación, años más tarde escribió su controversial trabajo intitulado “El Origen de las Especies” que vendría a transformar el pensamiento científico universal que hasta ese momento consideraba   todo era fruto de la creación divina.

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Parque Nacional

Las Islas Galápagos fueron anexadas al territorio del Ecuador el 12 de febrero de 1832, durante la admiración del Presidente Juan José Flores y desde esa fecha, aunque de distinta manera y a veces poco ortodoxa y convencional, han venido siendo administradas.  En la actualidad, más del 97% de su superficie ha sido declarada Parque Nacional.

Como curiosidad, vale la pena recordar que esta acertada iniciativa y  particularmente la firme posición del Ecuador, permitió que sea desechada la idea del Gobierno de  Estados Unidos de que se las declare tierra de nadie  y por lo tanto de apropiación de cualquier país.  Por esos mismos años, también Francia quería reivindicar un supuesto “derecho hereditario” que también fue rechazado firmemente por las autoridades ecuatorianas.