Las fotografías de animales, aves, figuras animadas, plantas, entre otros, recrean la vista de los comensales, convirtiendo los individuales en obras de arte que transforman la mesa en una galería singular y particular.

POR MIRFAK ROWLAND
El comedor constituye el punto de reunión en donde los miembros de la familia aprovechan para compartir alimentos y conversaciones. Este, por ser un elemento de gran importancia en el hogar, debe ser «vestido» con piezas que le aporten gracia y que le impriman un sello distintivo e individual.

Como su nombre lo indica, los individuales son idóneos para conseguir este propósito. Su función, que es la de proteger la mesa ante el sucio que puede ocasionar cualquier alimento, sea líquido o sólido, se complementa con el fin decorativo, y por lo mismo es que deben ser muy elegantes y llamativos.

El color de estos dependerá de la preferencia de los habitantes. Si las personas son adultas pueden optar por individuales sobrios. Si son jóvenes, es preferible que tengan motivos joviales. Sin embargo, si en la casa hay niños, es recomendable que se adquieran algunos con motivos infantiles, pues estos les incitarían a comer.

Entre los materiales que se utilizan para su confección, se encuentran la tela, el plástico, las fibras sintéticas, la soga, entre otros. Los colores pueden variar, siendo el blanco uno de los principales.

En cuanto a las opciones que hay en el mercado, cabe destacar que son muy diversas. El ingenio de los artesanos ha logrado que aparezcan propuestas inimaginables.

Si decide hacerlos usted mismo, puede aprender muy fácil, ya que algunas páginas en Internet ofrecen cursos de este tipo que enseñan a los lectores a utilizar su creatividad para confeccionar hermosos individuales o manteles.

Los puntos de cruz, las telas con ganchillo, los centros y demás son algunos de los diseños más representativos de estas piezas, diseñados, en su mayoría, por especialistas en bordados.

Las fotografías de animales, aves, figuras animadas, plantas, entre otras, son algunos de los motivos que se pueden utilizar, convirtiendo los individuales en obras de arte que transforman la mesa en una galería singular y particular.