La última encuesta Gallup-HOY convoca al presidente Leonel Fernández a reflexionar, algo en lo que junto a discursear es un pontífice, en relación a la percepción que tienen sus paisanos de su gobierno, y orientar esa percepción a las elecciones intermedias del año próximo.

Aunque el peor de los desempeños de los encuestados atañe al desdeño del gobierno a una invasión pacífica de nacionales haitianos en desmedro flagrante de nuestros atributos soberanos y caso omiso a la ley 284-05, la preocupación mayor radica en la ausencia de generación de empleos y el ato costo de la vida que van parejos en un 75.6 y 75.8 respectivamente.

Un 63.8 precisa malo el desempeño del gobierno en materia de energía eléctrica, que en época de verano, sin abanico, desempleo, mosquitos sin poder dormir de noche, alto costo de los alimentos cuando aparece para adquirirlos, provocan reyertas, gomas quemadas, balas de la Policía en vez de gases lacrimógenos, y todo eso se percibe en USA, Canadá y Europa, que es de donde proviene el grueso de los turistas.

Los apagones son financieros y los generadores cobran a usuarios que pagamos por los que no pagan, un 58.1 contra un 41.9 conforme revela reportaje de Clave del 23 de este mes de julio, y se eleva la tarifa en un 12% penalizando a los que exceden los 700 kilos. En casi todos los estados de USA el kilo vale 0.06 ctvs. Aquí 19 ctvs.

Los gobiernos no son desplazados por los electores por corrupción, que aquí eso no se castiga, porque de ser así Joaquín Balaguer, aparte de las trampas electorales, no hubiese gobernado seis períodos y fue menester que el presidente Bill Clinton interviniera para que no continuara. La corrupción estimula, no disuade.

El presidente Leonel debe tener muy por cierto que los gobiernos se cambian por resultar ineficientes en superar los suplicios de los gobernandos, y el gobernante conoce muy bien cuales son esos suplicios y falta por ver si sabrá superarlos.