Gallup, recomposición política y reformismo adulto

Gallup, recomposición política y reformismo adulto

La reciente encuesta evidencia que los dominicanos están más preocupados por la situación nacional que por su propia personal: Mientras colectivamente percibimos la situación 5.5 veces más mal que bien (66%/12%), en lo personal es 3 veces (52%/17%). Como al mismo tiempo se observa una recomposición partidaria – PLD es bomba de tiempo, PRD se dividió, PRSC salió del escenario mientras nuevas formaciones se proponen entrar – debe interpretarse esta evidencia como un mensaje de la ciudadanía a instancias responsables de la nación sobre criterios que deben prevalecer en el ejercicio político.

Partiendo con la desmitificación del clientelismo. El estar mejor personalmente y más preocupado por lo nacional demuestra que el “dame lo mío” solo prima en el activismo, no en los electores que conforman mayoría determinante. Constituye una manifestación de conciencia y responsabilidad el colocar el interés general por encima del particular.

Esto traduce un llamamiento a las instancias responsables de la nación, obviamente, partidistas incluidas, a rediseñar sus criterios operacionales y plataformas organizativas.

Y, por supuesto, a propugnar por políticas públicas que modifiquen la desesperanza que también se evidencia en las encuestas; concretadas en insatisfacción de necesidades, principalmente salud y educación, así como en oportunidades de trabajo como medio para encarar una pobreza que sigue abonando la desesperanza a pesar de los enormes subsidios otorgados dizque para combatirla, propiciados por esa extraña confluencia entre socio populismo y economía especulativa que nos oprimen.

El reformismo socialcristiano constituye el pensamiento político más llamado a propugnar por esas políticas públicas, habida cuenta de los resultados alcanzados durante sus gestiones: Fiscalidad excedentaria hasta generar ahorro interno invertible en infraestructura de apoyo a la producción, complementándose con adecuadas leyes de incentivos, para generar empleos, combatir la pobreza y disminuir la necesidad de subsidios; inversiones para satisfacer necesidades sociales de nuestra población; endeudamiento prudente para no sobrecargar finanzas públicas con intereses que consumen recursos públicos. Las exitosas experiencias alemanas y españolas de aplicación de políticas similares, reafirman su pertinencia.

Pero al salir del escenario el PRSC, al no aflorar opinión presidenciable sobre ninguno de sus aspirantes declarados y por mantenerse en el mismo nivel, 2.6%, que tenía antes que las presentes autoridades asumieran sus funciones hace un año; esa organización no está siendo capaz de responder al mensaje que acaba de emitir la ciudadanía. Más aún ante la incapacidad de rectificación mostrada por su presente conducción: desechando ancianidad y actuando como niños ilusionados por fantasías y procederes similares a las inspiradas por reyes magos.

Un reformismo adulto tiene que resurgir para responder a la recomposición política reclamada por los dominicanos a través de la encuesta GALLUP.

 

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