Gallupiando en agosto

Gallupiando en agosto

La última encuesta de la Gallup muestra a Hipólito Mejía con un 47.9%, pero un 5.3% votó nulo, en blanco, o no votó, o no sabe cómo votará. Descontando esos votantes la proporción de Mejía sube a 50.6%, por lo que si las elecciones hubiesen tenido lugar hace pocos días hubiese ganado en primera vuelta. Pero faltan nueve largos meses.

El buscar tendencias en estas encuestas es difícil ya que en mayo la Gallup sólo planteó al entrevistado escoger entre Hipólito y Danilo resultando un 48.7% y un 40.4%, respectivamente, pero  un 10.9% no sabía por quién votar, por lo que la proporción de Hipólito subió a un 54.6%. Sin embargo, no se ofreció al encuestado la opción de votar a favor de terceros candidatos. En esta ocasión sí se hizo, sacando un 9.8% los seis aspirantes a la candidatura presidencial reformista, pero esa cifra se reducirá, probablemente al 6%, una vez sea seleccionado el candidato, pues los que hoy votan por el que no saldrá no necesariamente lo harían por el que sea seleccionado. Cinco otros candidatos sacaron, en conjunto, un 5.5%, pero algunos de estos se pasarán al PLD.

En mayo, Penn, Schoen & Berland dio un 51% a Mejía, un 39% a Medina y un 7% a Amable Aristy, al presumir que éste sería el candidato reformista. Un 3% no contestó lo que haría subir el voto de Hipólito a un 52.6%.

Las mediciones de Gallup y la de PS&B, que ofrecen las otras opciones,  otorgan a Hipólito un 50.6% (agosto) y un 52.6% (mayo). Bajo estas dos mediciones se habría ido en primera vuelta.

Gallup acaba de evaluar los atributos de Mejía y Medina. Entre los 18 atributos Danilo tan sólo supera a Hipólito en cinco de ellos (haría una mejor gestión del presupuesto y las finanzas, mejoraría la educación, es más capacitado e inteligente, está a favor de los ricos y no sabría hacer un mal gobierno). La gran concentración de los atributos más favorables en Hipólito recuerda esa misma concentración favorable en el caso de Leonel Fernández contra Hipólito en el 2004 y contra Vargas Maldonado en el 2008.

Ahora bien, ¿se mantendrán esas diferencias en la intención de votos y en la percepción sobre los atributos? Danilo Medina puede mejorar debido a los siguientes factores:

1. El gobierno va a gastar 1.1 billones de dólares tomados en préstamos de aquí a las elecciones en obras públicas por todo el territorio nacional.

2. Si el precio internacional del petróleo se mantiene por debajo de 80 dólares el barril no será necesario aumentar más los combustibles y la electricidad.

3. Danilo Medina ni siquiera ha sido proclamado.

4. La encuesta de PS&B de mayo mostró que si Margarita Cedeño de Fernández es la candidata vicepresidencial, Danilo lograría seis puntos porcentuales adicionales. La más reciente de Gallup muestra que un 56% de los votantes cree que ella debe ser la compañera de Medina y un 77% de los peledeístas piensa de esa forma.

5. Si todos los reformistas votan por Danilo éste lograría cinco puntos adicionales.

6. ¿Cuántos votos adicionales estarían representados por las metidas de pata verbales de Hipólito Mejía?

7. A pesar de su impopularidad y la de su gobierno, la participación activa de Leonel Fernández en la campaña agregaría votos, sobre todo los de aquellos peledeístas hoy inclinados a votar por el PRD.

Sin embargo, es una labor cuesta arriba. En los casos de Salvador Jorge Blanco (1982) y las tres elecciones de Leonel Fernández (1996, 2004 y 2008), a un año antes de esas elecciones las encuestas ya estaban indicando que ganarían, ventaja que nunca fue superada. En el caso de Jacobo Majluta (1986) a un año de las elecciones estaba abajo y no dejó de estarlo, aunque la votación final fue extremamente cerrada.

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