El senador Félix Bautista salió airoso del intento de juicio llevado a cabo por el Ministerio Público, no así Leonel Fernández, quien por su proximidad con él, cargará con el disgusto de una ciudadanía que se siente burlada y que se expresará en su contra en los próximos comicios, si éste resulta candidato presidencial del PLD.

La arrogante actitud del senador mostrada durante el conocimiento del caso, fue tan desagradable como su sarcástica sonrisa que mostraba una serenidad propia de quien se considera intocable frente a un aparato judicial estructurado para proteger y blindar los intereses de los políticos y personeros allegados al poder.

La percepción generalizada de la población es que los cargos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos contra el senador y secretario de organización del PLD son ciertos, y su empeño en rehuir el juicio de fondo fortalece este criterio debido a que desaprovecha la oportunidad de demostrar su inocencia.

Los argumentos esgrimidos por el juez Alejandro Moscoso Segarra son insostenibles, porque en el expediente sometido por el procurador general de la República existen cargos no previstos en la acusación anterior, como el de lavado de activos, que debieron dar origen a un juicio de fondo.

Además, Bautista nunca fue perseguido ni juzgado por el director del DEPRECO, Otoniel Bonilla quien se limitó a “investigar” y archivar el expediente de corrupción puesto en sus manos, por lo que no se puede alegar que se intentó juzgarlo dos veces por un mismo hecho.

Ante tanto descaro, al pueblo solo le queda protestar, como en efecto lo hace, y al Ministerio Público, seguir adelante con su proceso de apelación.