Duvergé, Independencia.-Luego de siete años de crisis con pérdidas de 187,000 tareas por la crecida del lago Enriquillo e intensas sequías, los ganaderos de Duvergé viven otra realidad con el inicio del proyecto El Espartillar donde se produce alimento para el ganado, único centro para toda la región Suroeste.

Con esta iniciativa, los productores se han convertido en resilientes a los embates climáticos, ya que está ubicado lejos del lago y con agua garantizada con la construcción de lagunas que alimentan un sistema de riego automático a través de pivotes.

El proyecto se desarrolla en alrededor de 5,000 tareas donde se siembra trigo y sorgo mediante una alianza entre Estado, la empresa privada y los productores para potenciar la ganadería.

Hace 10 meses inició el proyecto y para entonces, los productores tenían previsto vender 2,600 animales, lo que implicaba la quiebra de 80 ganaderos.

Antes de iniciar, la producción estaba en 2,300 litros diarios de leche y ahora ha subido a 7,000.

Además, tienen suficiente alimento para el ganado y abastecer a todos los productores asociados, así como a los proyectos de la región, según explicó Darvin García, presidente de la Asociación de Ganaderos de Duvergé.

El proyecto tuvo varios retrasos debido a la falta de pago por parte del Gobierno a la empresa contratista para la instalación de los pivotes.
Producción. La asociación tiene 120 productores, de los cuales 101 participan en el

proyecto de El Espartillar directamente. Sin embargo, los restantes adquieren alimentos.

García detalló que la distribución de los alimentos inició justo el pasado mes de diciembre. “Cuando todo el país se estaba despedazando por la sequía, nosotros estábamos boyantes con comida, por lo que empezamos a estabilizarnos y aumentar la producción, por lo cual no hubo que eliminar ningún animal”, expresa con júbilo.

Detalló que al día de hoy cuentan con excedentes alimentarios, por lo que su gran reto es mejorar la genética de los animales que tienen en sus fincas pues fruto a la crisis, los de mayor rendimiento murieron.

Cada año se hacen tres cosechas y buscan elevarlo a cuatro para tener estabilidad durante todo el año completo.

El sorgo y maíz que se cultiva y luego el forraje se fermenta por siete días y se convierte en lo que en ganadería se conoce como silobolsa, el alimento preparado en bolsas y a partir de ahí puede permanecer por años almacenados en condiciones sin humedad.

Actualmente venden a todo el Suroeste y tienen previsto ampliarlo a otras regiones.
Los pivotes. Esta tecnología de riego agrícola permite un mojado de las cosechas en un giro de 360 grados. Los aparatos pueden correr solos mediante su programación. Por ejemplo uno de 450 metros de longitud, puede regar 1,200 tareas.

El agua del proyecto llega a través del río Las Damas y otras fuentes subterráneas con las que se ha creado un lago artificial desde donde bombea el líquido hacia las tuberías de los pivotes, y de ahí a los cultivos.

Los ganaderos tienen previsto crear un programa de crianza de peces en jaula, adelantó García. Además, han iniciado un proyecto apícola dentro del asentamiento.
Gerencia. Para el funcionamiento del proyecto, el Estado hizo el asentamiento, a través del Instituto Agrario Dominicano (IAD) y provee la energía eléctrica. La parte tecnológica la proporciona la lechera Rica y la gerencia operativa está a cargo de los ganaderos.

“Este es un proyecto que actúa tripartido: el Estado, la compañía privada y nosotros en la parte social; esa es la ventaja que estamos teniendo y los resultados están ahí cuando se maneja un proyecto con seriedad”, manifestó García.

Sin embargo, expresó que se requiere entrenamiento técnico, personal adecuado, acompañamiento y repuestos para los equipos. Estas necesidades debieron ser cubiertas por la empresa contratista y el IAD.

Empleos. Cada zafra de corte se emplea a 38 empleados que integran el equipo de riego, corte y manejo de campo. A esto se agrega una cadena de consumo y venta de forraje, lo que a juicio de García tiene un impacto bastante significativo en toda la economía de la región, al asegurar que sin un proyecto de esa naturaleza no hay forma de mantener la ganadería.

Parte agrícola. El Espartillar contempla también cerca de 9,000 tareas para proyectos agrícolas, los cuales iniciaron junto con la siembra de ganado, aunque no con el mismo éxito.

Actualmente, el área agrícola está llena de malezas y prácticamente sin producción alguna.

Al respecto, Anselmo Medrano, presidente de la Asociación de Productores Agrícolas, explicó que tuvieron una primera cosecha de maíz con éxito, pero la segunda se la comieron los gusanos.

Para el arranque, el Banco Agrícola les ofertó una línea de crédito de seis millones de pesos, de los cuales tomaron un poco más de un millón.

Debido a la pérdida de la segunda cosecha, no han podido honrar el compromiso financiero, por lo que hicieron un acuerdo de pago. Además, están en negociaciones con una empresa para proporcionarle tecnología.

Medrano afirmó que retomarían las siembras en los próximos días para lo cual iniciarán el arado. Manifestó que aún discuten cuales cultivos serán producidos a los fines de lograr la sostenibilidad.

Detalló que contrario a los ganaderos que tienen mercado asegurado, ellos tienen como obstáculo la colocación de sus productos con rentabilidad.
La asociación cuenta con 141 productores.