El consultor Marcelino Vargas consideró que para que los productores de leche se puedan mantener en esa actividad, deben ser agricultores y mejorar la producción de pastos y forrajes con calidad en sus fincas.

Además planteó que la responsabilidad de mejorar la producción de leche debe ser compartida por los ganaderos, el gobierno y los procesadores de ese alimento. Vargas, quien es ganadero, expresó que “tenemos más de 40 años buscando culpables de los problemas que afectan las lecherías del país”.

Precisó que llegó el momento de luchar unidos contra los factores que nos afectan a todos y sentarnos en la mesa de negociaciones con fines de llegar a acuerdos amigables, con fines de lograr la autosuficiencia lechera nacional.

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Dijo que es lamentable que una cantidad considerable de ganaderos no le da prioridad a la producción de pastos y forrajes de calidad, y que la mayoría tiene pastos tradicionales, poco eficientes, y lo peor es que no le dan buen manejo.

Vargas consideró que en la medida de lo posible, se deben renovar parte de los potreros con siembras de maíz para que cubra los costos del cultivo de pastos, más eficientes, o sea con mayor cantidad de nutrientes, mayor crecimiento y resistente a las sequías, dándole buen manejo a los potreros y a la yerba de corte. También sembrar caña como fuente de energía.

Además, desarrollar a nivel nacional un programa de mejoramiento genético por medio de la inseminación artificial, trasplante de embriones y uso de toros fértiles, sanos y de buena calidad. Este programa debe desarrollarse con la asesoría y aporte del gobierno, los productores y los procesadores de lácteos.

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Indicó que el gobierno debe hacer un programa de preservación de las aguadas, con pequeñas presas, lagunas y pozos, además de la reforestación de los potreros. Así, el Ministerio de Agricultura, la Dirección de Ganadería y la Dirección de Aduanas deben parar la competencia desleal de las importaciones que afectan al productor y al procesador de leche.

Dijo que el Banco Agrícola debe intensificar el financiamiento de estos programas a nivel nacional. Ese programa debe iniciarse con RD$1,500 millones a 7 años, con 2 años de gracia, y con interés de un 6%, expresó el consultor Marcelino Vargas.