José Alfredo Espinal 
Ganado. Imagen de referencia.
La fuerte sequía que ha estado afectando a los pueblos de la Línea Noroeste y gran parte del país en los últimos meses, ha dejado la ganadería de esta zona en una situación precaria por la dificultad para la producción de pastos y agua que permitan comer y beber a los animales.
El impacto de la falta de agua se refleja en la baja reproducción, el peso del ganado, en la producción de leche y en el peor de los casos, la muerte por inanición de las reses.
El presidente de la Asociación de Ganaderos de Hato del Medio y Villa Elisa, José Ignacio Salcedo, pidió al Gobierno y al presidente Luis Abinader Corona ir en su auxilio para no desaparecer como sector en esta región.
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“Nuestra problemática consiste en que no tenemos comida para el ganado y hemos estado solicitando a diversas instituciones que tienen que ver con el suministro de pacas para el ganado y nadie nos ha hecho caso”, se lamentó.
Salcedo dijo que los ganaderos de la Línea Noroeste no reciben ningún subsidio por parte de las autoridades del Gobierno. “No sabemos cómo al Presidente le han dicho que a los ganaderos se les ha suministrado ayuda”, indicó.
Según el productor Félix Colón, el Gobierno debe declarar el sector ganadero de esta provincia y de toda la Línea Noroeste en estado de emergencia por la calamidad que están atravesando debido a la fuerte sequía que los golpea.
Informó que la grave situación del momento le ha llevado a vender la leche a 10 pesos por debajo del costo de producción, provocándoles grandes pérdidas. Los ganaderos solicitaron a las autoridades la siembra de tres mil tareas de pastos en la comunidad de Las Matas de Santa Cruz, a las que tengan acceso a un bajo costo para enfrentar la crisis alimentaria que afecta su crianza.
