La entrada masiva al país de quesos y leche importados desde Estados Unidos y Europa mantiene en jaque a los ganaderos dominicanos, sobre todo a los de la región Este, por la depreciación que registra el precio del litro de leche.

Antes de que se desbordara el mercado local con esos productos el litro de leche se vendía a 20 pesos, y ahora no pasa de 12 pesos, en el mejor de los casos.
Esa reducción representa un duro golpe para los ganaderos del Este, cuyas pérdidas alcanzan los RD$3.0 millones a diario, aproximadamente.

Con el agravante de que la mayoría son pequeños ganaderos cuyos ingresos proceden solo de ese sector de la economía.Pero la sobreoferta no solo afecta a los ganaderos,

sino también a los fabricantes de quesos, pues la mayoría de los hoteles del Este compran los quesos importados a precios tan bajos que sacan de competencia a los productores dominicanos.Ese panorama fue expuesto por miembros de la Asociación

de Productores de Leche (Aproleche), quienes sin embargo, valoran la decisión del Gobierno de endurecer los controles para el etiquetado de los productos lácteos y los permisos fitosanitarios.

Eric Rivero, presidente de la entidad, explicó ayer en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio que la sobreoferta de leche y queso obedece a factores externos, ante la decisión de Rusia de impedir la entrada de esos productos desde Estados Unidos y la Unión Europea por conflictos políticos.

Esa situación coyuntural, y la falta de controles de parte de las autoridades dominicanas, han sido aprovechadas por los importadores en detrimento de la producción nacional, dijo Rivero.

“El gran pecado es el etiquetado, pues a cualquier persona que le sobre un dinerito compra dos furgones a precios de oportunidad de productos próximo a vencerse y que no cumplen ninguna normativa nacional de etiquetado ni del registro sanitario.

“Almacenes repletos de queso, sobre todo de la costa Este de los Estados Unidos, y el incumplimiento de normas nacionales, trajeron como consecuencia que la zona que más depende de la venta de leche, que es la región Este, tenga grandes problemas”.

Los ganaderos del este. Julio César Echavarría, presidente de la Asociación de Productores de Leche de la Provincia La Altagracia, explicó que los ganaderos de esa zona representan el 33% de la producción de leche del país, ya que aportan 415,000 litros diarios.

“Nos hemos visto afectados por estas grandes importaciones y la competencia desleal, han abusado de nosotros… antes de esto la leche se vendía a 20 pesos el litro, ahora a 12 pesos, por debajo del costo de producción”, destacó.

Con relación a los quesos, dijo, muchos tienen fecha casi de vencimiento y son ofertados a los hoteleros de la zona, quienes los prefieren por su bajo precio.
“En Higüey hay más de 40 procesadoras de leche y sus propietarios se sienten lesionados; entendemos que el Gobierno ahora va a controlar esa situación pero debemos estar vigilantes para cuidar la producción nacional de las odiosas importaciones”, refirió.

“Si no se pone atención quebraremos, no queremos que el Estado nos de nada, sino que se garantice la competencia en igualdad de condiciones”, expresó.

El círculo vicioso. El ganadero Miguel Laureano explicó que para presionar a las autoridades realizaron tres protestas en la región Este-incluyendo la donación de leche a los más pobres- que tuvieron como respuesta la promesa del Ministerio de Agricultura de construir centros de acopio.

Al dar esa información explicó que esos centros se convertirían en una solución a mediano plazo para el 90% de los ganaderos que no tienen más alternativa que venderle su producción a los queseros.

“Los queseros, que tienen el rejuego con la leche en polvo, cuando se comete un abuso como el de este año, que dejaron entrar la cuota completa de 38,000 toneladas en el primer trimestre, se llenaron de leche en polvo, y esa es la situación. Estamos hablando de una leche en polvo que sale a 10 y 12 pesos el litro, cuando años atrás esa misma leche hidratada salía a 35 pesos”.

Eso ha provocado que muchos ganaderos perciban hasta 50,000 pesos menos al mes, “eso tal vez no es nada en Santo Domingo, pero en un pueblo es mucho para un pequeño productor al que se le está dando un golpe de gracia junto a su familia”.

La responsabilidad. Aunque hay varios tratados de libre comercio que permiten la entrada de productos lácteos al país, los ganaderos entienden que las autoridades no han impuesto los controles que las circunstancias exigen.

Cuando se les preguntó a qué entidades se les debe atribuir la responsabilidad afirmaron que los mismos que firman los permisos.

Es decir, el Ministerio de Agricultura a través de la Dirección General de Ganadería y la Dirección de Sanidad Animal, afirmó Orlando Sánchez Díaz, secretario de Aproleche, al destacar que ellos no temen citar por sus nombres a los responsables.