Ganadores de Premios de Bienal, de 1942 a 2015

Ganadores de Premios de Bienal, de 1942 a 2015

La Feria del Libro es, sin duda alguna, la mayor convocatoria cultural del año, la única que llega a traer cientos de miles de visitantes y en menos de quince días. Tampoco hay otra actividad que congregue a todas las generaciones y los jóvenes en particular, transportados desde sus centros de enseñanza. Ha sido criticada duramente, y con razón, por relegar –algo incongruente- el libro y la lectura, y dar la prioridad a espectáculos de variedades y venta de chucherías.

A pesar de todas las inconveniencias, siempre ha sido positiva por esta misma asistencia multitudinaria en un país que lee muy poco, por la cantidad de conferencias y lanzamientos, por los invitados internacionales prestigiosos.
Se considera unánimemente que un cambio, evidente y loable –impulsado desde el Ministerio de Cultura-, caracteriza la vigésima primera edición, y esta reorientación irá acentuándose. El libro readquiere al fin prioridad, las instituciones oficiales -sobre todo- y privadas ofrecen atracciones educativas y divertidas, situándose en la actualidad y la tecnología, las instalaciones son de mejor gusto y calidad… y no llueve casi: ¡hasta el clima favorece la “nueva feria”!
Artes visuales y muestra. Si las artes visuales ocupan –lógicamente – un lugar secundario, este año el Museo de Arte Moderno, habitualmente abarrotado, está en víspera de restauración. Las iniciativas conjugadas de la Dirección de la Feria Internacional del Libro y la Galería Nacional de Bellas Artes han organizado ahora una pequeña muestra de obras premiadas, transferidas a imágenes fotográficas, una por cada Bienal celebrada del 1942 al 2015 , o sea veintiocho artistas y sus cuadros respectivos, reproduciendo pinturas- la inmensa mayoría-, dibujos, esculturas e instalaciones.
Las piezas están colocadas sobre caballetes fabricados especialmente, e instaladas en el vestíbulo del Teatro Nacional, donde el público las puede mirar,antes y después de las numerosas funciones programadas durante la Feria. El montaje es de Miguel Ramírez, artista experto en la materia, que “diseñó” un circuito para la mejor apreciación estética y los espacios disponibles.
La exposición se titula ”Ganaron Premios de Bienal”, “Arte dominicano 1942-2015: un recorrido”… Cada obra exhibida ha recibido uno de los premios de la Bienal Nacional de Artes Visuales en la cual participaba, desde la primera, celebrada en 1942 hasta la última y vigésima octava en 2015. Sin jerarquía…
En su mayoría, de pintura aquí se trata, y casi todos sus autores son maestros del arte dominicano, que, cuando ellos ganaron, generalmente no habían sobrepasado cuatro décadas de vida, ¡la Bienal contribuyendo a sus famas respectivas! Si algunas obras obviamente se sitúan fuera del contexto tradicional, es que la misma Bienal y la creación visual del país han evolucionado, premiándose categorías distintas, audaces, esperadas e inesperadas.
Definición y evolución. La finalidad de la Bienal Nacional de las Artes Visuales, que, este año, inaugura su XXIX edición, aparentemente con mucho entusiasmo de la clase artística, sigue siendo incuestionable desde sus inicios, hace 76 años.
Testimonio de la vitalidad artística, manifiesta la fuerza creativa nacional, la evolución y la renovación de las formas de expresión. Pretende diagnosticar las artes visuales en un período y fecha determinada,presenta tendencias y alternativas, innovaciones y avances. A la vez definida y abierta, constituye el máximo certamen dominicano de arte. Las imágenes expuestas en el marco de la Feria del Libro lo demuestran, aspirando a reflejar esta simbiosis de dinamismo y continuidad.
Modificaciones de forma y de fondo intervinieron prácticamente en cada edición, pues ha sido preocupación constante mejorar la Bienal venidera en relación con la precedente. ¡Si no siempre los cambios fueron exitosos, hubo las mejores intenciones!
Sabemos que, inicialmente, la Bienal mantenía la tradición del arte dominicano con solamente tres categorías: Pintura, Escultura, Dibujo. La pintura continuó siendo la expresión fuerte por excelencia de la plástica dominicana, el dibujo ha conservado su firmeza y afirmación,la escultura lucha por recuperar una posición cimera.
Sin embargo, al agregar un renglón libre -abierto a los más diversos lenguajes y expresiones-, la Bienal inició su rumbo hacia la contemporaneidad y una reorientación conceptual. Conservó la atribución de Premios –igualitarios desde la vigésima edición-, y un Gran Premio: premiaciones y categorías se multiplicaron… Al compás del desarrollo creativo y de la tecnología, han ingresado a la Bienal instalación, gráfica, fotografía, vídeo, performance o sea medios distintos, y pronto “nuevos medias” que han ido sobresaliendo. Obviamente, cada edición quiere rimar con innovación.
Las obras, presentadas en “Ganaron Premios de Bienal”, aunque privilegian, y de mucho, la pintura, dan fe de los cambios estilísticos y luego introducen a nuevos criterios de premiación, especialmente en la categoría de instalación. Tratándose de una muestra modesta y de reproducciones fotográficas -Mariano Hernández siendo su autor- no figuran aquí fotografías, vídeos, ni performances.
Cabe señalar que la principal fuente de consulta, para esta exposición, fue el magnífico volumen, recién difundido y editado por el Museo de Arte Moderno, “Historia de la Bienal, la Bienal en la Historia, 1942 – 2015”, que consta de excelentes textos de especialistas y de abundantes reproducciones. Un documento imprescindible.

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