Ganadores y perdedores de la inestabilidad

Ganadores y perdedores de la inestabilidad

RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
La devaluación o la apreciación de la moneda produce en cada caso ganadores y perdedores, por eso la principal meta de toda política económica debe ser el mantenimiento de la estabilidad de los precios y la moneda para garantizar a los agentes económicos que sus ingresos o beneficios no se esfumen por efecto de un fenómeno sobre el cual carecen de control.

Cuando la tasa de cambio superó los niveles del 20×1, mucho antes de la debacle de Baninter, ciertos agentes económicos comenzaron a cambiar sus pasivos de dólares a pesos, generando presiones adicionales a la tasa de cambio, y comenzó en la economía dominicana el proceso de dolarización en las transacciones.

Cuando era inevitable la depreciación acelerada del peso, luego del gobierno intervenir Baninter y asumir todos los pasivos mediante la mayor hemorragia monetaria en la historia del peso dominicano, prácticamente todos los importadores y los productores locales de bienes habían atado sus precios en pesos a las variaciones de la tasa de cambio, mientras los más dichosos, los que podían denominar sus precios en dólares, estaban totalmente protegidos de la devaluación e incluso lograr beneficios adicionales dependiendo del agregado local en sus productos.

Así cuando un importador de bienes, por ejemplo un distribuidor de vehículos, fijaba sus precios en dólares se protegía automáticamente de la devaluación, pero si se trataba de un industrial o de un promotor de viviendas, la fijación de los precios en dólares aparte de protegerlo de la devaluación, le permitía obtener beneficios adicionales en función del valor agregado local, como por ejemplo la mano de obra, que no se indexa a la misma velocidad del proceso devaluatorio. Los grandes perdedores en los procesos inflacionarios son los receptores de renta fija, los consumidores, quienes impotentemente sufren la reducción de su ingreso real y la capacidad de adquirir bienes y servicios.

La crisis económica que comenzó a gestarse en el 2001, cuando el pasado gobierno infló el gasto en medio de un choque externo, y que reventó con la quiebra de Baninter y la forma irregular como las autoridades asumieron el pago de los depositantes, ha incidido en un empobrecimiento general de las grandes mayorías, especialmente de los asalariados y de los propietarios de micro, pequeñas y medianas empresas.

Para los sectores de más bajos ingresos el proceso devaluatorio ha significado la pérdida de la salud y hasta la muerte en la medida de la incapacidad para adquirir los medicamentos, también han perdido la posibilidad de educar sus hijos en modestas escuelas privadas y por supuesto cerrado el camino para mejorar o adquirir una vivienda. Uno, las mayorías, han????????

La política monetaria del Banco Central ha sido tan exitosa que le ha permitido reducir la emisión monetaria desde RD$79,590 millones a RD$71,920, mientras los billetes emitidos se han reducido en 14.46% pasando de RD$39,523 el 13 de agosto a RD$33,809 el 11 de octubre. Por supuesta esta reducción en términos nominales de la emisión, influyente en el mantenimiento de la estabilidad cambiaria, ha tenido su contrapartida en un aumento de los certificados en 16.4%, sin embargo a pesar del incremento de la cartera la tendencia es a reducirse el déficit cuasi-fiscal gracias al desplome de las tasas de interés y a otros mecanismos a ser implementados en los próximos meses por la autoridad monetaria.

El comportamiento favorable de estas variables en los dos primeros meses de la administración Fernández, unido a la aprobación de la reforma fiscal, crea mejores condiciones para lograr este año un nuevo acuerdo con el FMI cuyos topes y metas podrán ser perfectamente realizables por el gobierno.

El acuerdo con el FMI y la renegociación de la deuda, aparte de desbloquear recursos externos, permitirá mejorar el perfil de pago de los compromisos externos en los próximos años, pero también el acuerdo va a contribuir a mejorar la imagen crediticia de la nación y gradualmente a mejorar la imagen crediticia de la nación y gradualmente a elevar la calificación riesgo-país, de suma importancia especialmente cuando se verifiquen los vencimientos de los bonos soberanos.

El único signo preocupante en el panorama a corto plazo son los altos precios del petróleo, pero en lo que resta de año, gracias al superávit en cuenta corriente de US$1,077.3 millones en el primer semestre, el país dispone de un colchón para que el incremento de la factura petrolera no implique problemática de balanza de pagos y presiones adicionales sobre la tasa de cambio.

En conclusión, estos dos meses de administración Fernández, gracias a la mejoría de las expectativas y políticas económicas racionales, han permitido construir el escenario correcto para superar en pocos meses la crisis económica más grave en la historia moderna del país y comenzar a recuperar cuatro años perdidos por efecto de las pésimas políticas económicas del pasado gobierno y las quiebras bancarias. ranr14hotmail.

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