Ganar batallas y perder la guerra

Ganar batallas y perder la guerra

Eusebio Rivera Almodóvar

Pírrico no es pequeño, insignificante o de poco valor, pero vale destacar que algunas personas utilizan ese adjetivo con esas acepciones por ignorar que Pirro de Epirus fue un general griego que unos 280 años A.C. dio origen al término cuando, luego de ganar una batalla, dijo a sus soldados: “Con otra victoria como esta estoy perdido”, porque le costó tanto vencer, que su poderío se redujo igual que si hubiese sido vencido; así, en los diccionarios, se definen como pírricos los triunfos que dañan más al ganador que al perdedor.
Los partidos de oposición, los grupos populares y la denominada “sociedad civil”, representada por Participación Ciudadana, la Marcha Verde, con el respaldo de entidades religiosas, organizaciones no gubernamentales (ONG), sindicatos de profesionales y obreros, que aspiran al cese de la corrupción y la impunidad, han estado luchando y ganándole batallas a los que detentan el poder, como el 4% para educación y la presión para que ladrones del patrimonio público sean enjuiciados, sin embargo no consolidan sus fuerzas hacia el principal objetivo que, según mi apreciación, debe ser provocar el cambio que desplace del poder a los que apadrinan a los delincuentes políticos, lo cual debería producirse sin violencia, pero con la contundencia de generar conciencia en la población, para que, usando la “legalidad permitida” o democracia, en el 2020 la consigna sea “con los votos los pusimos y con los votos los quitamos” sustituyéndolos por ciudadanos que representen la reserva moral de la nación y obtener una victoria que no sea pírrica cambiando a malos por peores, sino aplastante, contra los que nos pisotean con corrupción e impunidad.

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