El slogan que utilizó Miguel Vargas para las elecciones congresuales y municipales fue “ganar para avanzar”. El resultado fue que no se avanzó en la boleta senatorial ya que el PRD no pudo obtener ni siquiera un solo Senador.

Por otro lado, el hecho de que Miguel, no ostentando la presidencia del PRD, sino habiendo sido candidato presidencial apoyado a unanimidad por su partido en las pasadas elecciones nacionales, no debió en nombre del PRD, realizar como en efecto hizo, el pacto llamado de las corbatas azules con Leonel Fernández, siendo éste último presidente del PLD y de la República, en que acordaron rehabilitar al propio Fernández a optar por otro período presidencial, aunque no de manera consecutiva y también a Hipólito Mejía.

El pacto acordado, en un momento de grandes protestas populares por mejoría de condiciones de vida, hizo que se paralizaran las mismas. Además, cuando aceptó Miguel la invitación del presidente Fernández de estar presente en la Asamblea del Congreso para que Fernández solicitara a la Asamblea las propuestas acordadas,  ni siquiera mencionó la presencia de Vargas, lo que se vio una burla a él y al pacto acordado, ya que a partir de entonces, Fernández ha insinuado en  múltiples ocasiones que podrá repostularse si el “soberano”, o sea el pueblo, así se lo pidiera.

Estos hechos han motivado que las mayorías de los perredeístas, consideren a Miguel como un ingenuo que se dejó engañar por Leonel.

Otros errores cometidos por Vargas han sido el no permitir la libre competencia interna en las convenciones del PRD a cargos municipales y congresuales.

Esa manera de imposición ya la había ejercido antes, al cerrarle el paso como presidente del partido, en que debió mantenerse neutral, contra las candidaturas a las Secretarías General y de Organización, de Guido Gómez Mazara y Tony Peña Guaba, enfrentándolos  con candidatos sacados a última hora.

 Por todos estos errores, cuando los encuestadores les han preguntado a la militancia perredeísta con cuál candidato el PRD le ganaría las elecciones al PLD y a Leonel Fernández, la gran mayoría ha respondido que con Hipólito Mejía.

Más aún, dicen que Hipólito es el único candidato que no se deja engatusar por Fernández ya que Mejía es un líder fuerte y confiable, que tiene la experiencia de Estado suficiente, y con humildad, ha reconocido algunos desaciertos del pasado.

Además, Hipólito ha sido el único presidente de la República que no le ha temblado el pulso para someter a la justicia a determinados banqueros al descubrirse los fraudes bancarios, y les devolvió el dinero a las Asociaciones de Ahorros y Préstamos que habían depositado sus ahorros en los bancos quebrados, y por ende, éstas, pudieron devolverles el dinero a sus ahorrantes  que lo solicitaran, evitándole  al país el corralito impuesto en la Argentina unos años antes.

Otra de las características de Hipólito Mejía es que escucha al pueblo y garantiza la unidad del PRD, ya que supo, cuando fue presidente del país, incluir en el gobierno a todas las corrientes del PRD y a los dirigentes más connotados en los distintos ministerios, incluyendo a los que como Miguel Vargas, pertenecían a otras corrientes políticas.

Estas y no otras razones son los motivos de que Hipólito Mejía ha creado el slogan “ganar para gobernar”, y “un país mejor, pero para todos” ya que sabe cómo ganarse las simpatías del pueblo en todo el territorio nacional y de ultramar, para vencer al PLD que no ha cumplido sus promesas de campaña para elevar la calidad de vida de los habitantes de las ciudades, pueblos y campos del país.