La pregunta del millón. Muchos me dicen que desean que se reelija para darle una pela a calzón quitao. Otros afirman que por la crisis económica, terminará su mandato gateando, por lo que no importa si va o no va. Y los teóricos concluyen que si se reelige, el PLD se divide siguiendo los pasos del PRSC. 

Mi opinión es diferente, aun reconociendo que las encuestas de los mismos peledeístas muestran que si hoy fueran las elecciones presidenciales, Leonel no obtendría más del 37% de los votos, con un PRD cercano al 54%, aun con sus problemas internos.

Pero nada de eso importa y veamos por qué. En primer lugar, el Vicepresidente Alburquerque afirmó que contribuyó con 500 mil firmas de apoyo a la reelección de Leonel Fernández, lo que es entendible en un hombre que maneja el instrumento proselitista más poderoso del país, como es la Tarjeta Solidaridad, que ya supera los 800 mil beneficiados. Obviamente, todos ellos firmaron por obligación y necesidad. En segundo lugar, en esas firmas se incluyeron 400 mil peledeístas en nóminas y nominillas que cobran sin trabajar y subsisten mientras Leonel esté gobernando. En tercer lugar, están los reformistas y otra docena de partidos aliados que se venden al mejor postor y eso le adiciona unas 300 mil firmas.  

O sea, Leonel de entrada cuenta con 1,500.000 votos amarrados con recursos del Estado, que con el 80% que vote a su favor, alcanzaría el 54% de los 2,200.000 de votos obtenidos en las elecciones del 2008.   

Pero aquí no acaba la historia. ¿Quién cree que 900 mil votos adicionales para ganar no se obtienen con suficiente dinero en un país sin educación, hambriento y desempleado? Algunos dirán que Miguel gastó 10 veces más dinero que Hipólito y perdió. Cierto, pero lo de Miguel es chilata ya que aquí hablamos de tirar 25 mil millones de pesos a la calle y poner a funcionar toda la maquinaria proselitista gubernamental, como lo hicieron en el 2008 y 2010.

Los peledeístas tienen razón. Sin Leonel, difícilmente ganarían en el 2012 ya que cualquier otro candidato, como Danilo Medina por ejemplo, no les garantiza ni la mitad de los votos amarrados con recursos del Estado, ni el dinero adicional del presupuesto, ni toda la maquinaria proselitista gubernamental que necesitaría para enfrentar al PRD. Lo de Alburquerque es irrelevante, porque nadie lo toma en cuenta, salvo que Leonel lo imponga por la fuerza.  

Si este caudillo criollo, cuyo ego alcanza dimensiones mesiánicas, logra salirse con la suya aun violando la Constitución y metiendo la economía en un pantano, nadie lo detiene para conseguir los votos que le permitan ganar, excepto una sola cosa. Un frente amplio de oposición, que aglutine a empresarios, gremios profesionales, organizaciones no gubernamentales, sindicatos y partidos de oposición, trayendo consigo un fuerte apoyo de las iglesias y de entidades internacionales y países amigos.

Un frente dispuesto a neutralizar con todas sus fuerzas la virulenta campaña del PLD y el uso indiscriminado de los recursos del Estado, es lo único que podría echar por tierra esa reelección y el grave peligro que conlleva para la gobernabilidad. Además, impediría que el PLD se adueñe de los medios de comunicación a base de gastarse RD$7 mil millones anualmente, comprando prensa y engañando a la gente.  

Solo así podría Leonel salir derrotado y pagar por sus desmanes. Pero ojo con un fraude, porque este hombre tendrá un control absoluto de todos los poderes del Estado, incluyendo el TC y CNM, nacidos de las entrañas de una autocracia en cierne.