Ganaron las excolonias

Ganaron las excolonias

En la recién finalizada Copa Mundial de Fútbol siete de los once jugadores franceses que ganaron a Croacia y catorce de los veintitrés componentes de ese equipo galo nacieron en excolonias africanas, o descienden de personas oriundas de ellas.
No es una coincidencia. Desde hace tiempo el Gobierno francés ha estado auspiciando en los barrios pobres periféricos de las grandes ciudades como París, denominados banlieues, la construcción de campos de fútbol para reducir los actos de violencia que allí ocurren con frecuencia como lo son huelgas, quema de vehículos, etc., pues en esos lugares reside el grueso de los emigrantes pobres que llegan de las excolonias y otros países. Esa política no es diferente a la seguida en la República Dominicana entre 1965 y 1967 por la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID) cuando construyó canchas de voleibol y baloncesto en los barrios pobres de la ciudad de Santo Domingo para reducir las tensiones ligadas a la guerra civil y “entretener” a nuestra juventud guerrillera.
La extrema derecha francesa, presidida por el partido que hoy encabeza Marine Le Pen, se ha quejado de esa abundancia de personas ligadas a las excolonias alegando que cuando llega el momento tradicional de entonar “La Marsellesa” al inicio de los partidos, los jugadores de las excolonias no lo hacen, ya sea porque no se sienten estimulados a hacerlo, o porque no se saben la letra. Ese partido derechista tiene su símil en nuestro país con el de Vincho Castillo y sus hijos.
Coincidiendo con la victoria francesa sobre Croacia el presidente Donald Trump advirtió públicamente sobre el peligro de que cambie la tradicional y milenaria cultura europea debido a la influencia de la gran cantidad de inmigrantes, tema que repite en Estados Unidos con relación a los musulmanes, mexicanos, centroamericanos, haitianos, etc. y por eso auspicia la construcción del muro en la frontera con México y leyes anti inmigración.
Los integrantes del equipo francés provienen del Congo, Senegal, Mali, Guinea, Togo, Camerún y dos países musulmanes, Argelia y Marruecos.
En Estados Unidos la segregación racial impidió que jugadores negros participasen en las Grandes Ligas hasta 1947, terminada la Segunda Guerra Mundial cuando pudo participar el célebre Jackie Robinson. Los dominicanos contamos en Grandes Ligas con tantos peloteros hoy día que según un cuadro sobre sus salarios que recibí en Washington mientras fui embajador allí, sus ganancias colectivas exceden la suma total de nuestras exportaciones de café, cacao y tabaco y no dudo que ganaríamos en un juego de estrellas compuesto por jugadores dominicanos contra norteamericanos. Esa idea la propuse en una ocasión al cardenal de Nueva York, pues el juego hubiese sidopara levantar fondos para la Iglesia.
Pero pensemos nosotros los dominicanos cuál sería nuestra actitud si llegara a las Grandes Ligas un pelotero nacido en República Dominicana pero de padres haitianos y con nombre haitiano. ¿Lo consideraríamos dominicano? Ya ha ocurrido que un prospecto para las Grandes Ligas no pudo salir del país porque siendo de origen haitiano, pero nacido en la República Dominicana, era parte de los apátridas,pues no contaba con papeles con qué conseguir un pasaporte.
Croacia, el equipo perdedor, es un país que forma parte de lo que fue la antigua Yugoslavia y que hoy además incluye a Eslovenia, Serbia, Kosovo, Macedonia, Montenegro y Bosnia-Herzegovina. Son conocidos como “los Balcanes” donde hasta hace poco tuvo lugar una sangrienta guerra, que incluyó genocidios entre musulmanes, cristianos y grupos nacionalistas, pues allí existen diferentes religiones e idiomas. Más de un académico ha descrito a las islas del Caribe como “los Balcanes del trópico”, pues entre nosotros se habla inglés, español, francés, creole, papiamento y holandés. Somos cristianos, musulmanes e hindúes. Políticamente, entre nosotros hay países independientes, incluyendo una Cuba comunista, colonias inglesas, como las Islas Turcas, francesas como Guadalupe y Martinica y también holandesa como St. Marteen, para no mencionar un híbrido raro como el Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Lo que nos diferencia de los Balcanes auténticos es que nos rodea el mar y, por supuesto, que todavía no contamos con un excelente equipo de fútbol que tal vez incluya a hijos de haitianos, un país donde el fútbol es el deporte nacional.

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