La comercialización de bebidas descalificadas ha crecido en el país, igual que el costo en vidas humanas en sectores marginados a los que no llegan los controles de calidad ni la vigilancia que deben evitar el acceso del público a líquidos embriagantes que provienen de elaboraciones a partir de materias primas y fórmulas inapropiadas.

En teoría, la ley es estricta en materia de destilados y el cobro de impuestos a fabricantes debe garantizar los intereses del fisco al tiempo de proteger de fraudes a los consumidores. Al menos así funcionaba tradicionalmente el mercado de rones y sus similares hasta que surgió una incursión libre de proveedores que en algunos casos obraban clandestinamente.

En otros casos, existe un cuestionable aprovisionamiento de aspecto formal pero sin el rigor de fiscalización, por lo cual escapa al examen científico de los líquidos. Se expenden embotellados de costos inferiores para generar ofertas a menores precios. Competencia desleal que también implica riesgos para la salud del consumidor. La prosperidad de negocios sin normas, y en ocasiones de confección artesanal, debería despertar de su letargo a órganos oficiales llamados a aplicar estrictas directivas a procesos. Urge hacerlo en favor de la clientela desavisada que no se sabe cuidar. El envasado oculto y el expendio sin comprobación de origen deben ser enfrentados con gestiones de inteligencia e intervención de la fuerza pública.

Debilidad ante
los torrentes

Un país colocado en el mismo trayecto del sol… y de los huracanes, de las ondas tropicales y vaguadas de cíclicos embates, debe descubrir continuamente sus fragilidades estructurales y respetar la orden superior de la naturaleza que se opone a que sean pobladas las zonas bajas expuestas a ríos y cañadas y dada a aplicar efectiva fuerza para que vayan a los abismos las viviendas levantadas en sus bordes.

La madre Natura no se conduele cuando se incurre en errores de ingeniería o fallan los mantenimientos. Para los momentos en que ciertos fenómenos climatológicos cobran intensidad, los puentes, aproches, asfaltados, canales, presas hidráulicas y compuertas deben ser resistentes. Al tiempo de mitigar inmediatamente los daños físicos y personales, debe darse por aprendida la lección para construir mejor.