Garantizan efectividad de la vacuna contra VPH

Garantizan efectividad de la vacuna contra VPH

A pesar de ser vista con cierto escepticismo por muchos, la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) sigue siendo propuesta por algunos especialistas como una herramienta esencial en la prevención del cáncer uterino, apoyándose en estudios que le aseguran un alto porcentaje de efectividad.
La doctora Elidia Domínguez, gerente de Asuntos Médicos de Vacuna para Centroamérica y el Caribe de la farmaceutica GlaxoSmithKline, visitó el país para hablar de los resultados de un estudio realizado el año pasado sobre la vacuna Cervarix, una de las dos vacunas –la otra es Gardasil– contra el VPH aprobadas por la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos estadounidense).
De acuerdo con la especialista panameña, el estudio “encontró que –la vacuna– tiene un 93% de eficacia para la prevención de las infecciones grado 3, que producen las lesiones próximas al cáncer, datos que indican que 9 de cada 10 mujeres se verán protegidas, independientemente de qué virus produzca la lesión”.
La dosis es aplicable a partir de los 10 años de edad. La idea es poder ofrecer la protección contra el VPH antes de que la paciente inicie su actividad sexual, pues a partir de entonces puede contraerse la infección.
Aunque cualquier mujer con una vida sexual activa está expuesta a contraer el virus del papiloma humano, estadísticas hablan de edades en las cuales se dan los casos más frecuentes. “Hay estadísticas que hablan de que llegamos al pico máximo en la etapa de los 20 años, más o menos a los 24 o 25 años ya la mayoría de las mujeres han iniciado su actividad sexual. Esto disminuye un poco luego pero se ha observado también que hay un pico por los 40 años”, dijo Domínguez.
El VPH puede repetir. Un dato importante que señaló la especialista sobre el VPH es que no es como la varicela, que afecta una vez y ya no vuelve afectar. “Afortunadamente, en un porcentaje muy alto de las mujeres que lo adquieren su cuerpo lo elimina. Pero en un futuro pueden volver a contagiarse, incluso, con el mismo tipo de virus. Y mientras más adultos somos, nuestro sistema de defensas no es el mismo y entonces el virus puede quedarse y generar cáncer”, explicó.
La ventaja que ofrece la vacuna en tal sentido es que con una sola dosis ofrece protección en lo adelante, independientemente de que se produzcan lesiones.
“Hasta la fecha no hay ningún dato que indique que la protección se pierde en el tiempo. Los datos, incluso cuando medimos los anticuerpos -hemos medido a mujeres hasta 10 años después de haber sido vacunadas- es que no hay una sola caída de esos anticuerpos o defensas. Y hay estimaciones matemáticas que predicen que eso se va a mantener así por lo menos unos 20 años. Así que no hay nada que diga que, por el momento, esta vacuna vaya a requerir una dosis de refuerzo”, enfatizó Domínguez.
Para la aplicación se requiere que la persona sea vista por un profesional de la salud previamente. Se administra la primera un día, luego dentro de un mes y finalmente a los 6 meses. Pero tener la vacuna no anula los chequeos de rutina.
“Para evitar el cáncer también tenemos desde hace tiempo la prueba del papanicolau, que se realiza una vez al año o según diga el ginecólogo, para tener un diagnóstico temprano, cuando aún se pueden hacer muchas cosas para eliminar la enfermedad. Son dos herramientas muy utiles para ganarle la carrera al cáncer”, aclaró.
Dudas. Al comentar sobre las dudas que puedan tener los pacientes sobre el producto, la doctora Domínguez dijo: “Es lógico que las personas tengan dudas. Cuando tocan ese tema siempre me gusta conversar un poco sobre lo que ocurrió con la hepatitis B, que es igualmente una enfermedad de transmisión sexual que al final se transforma en cáncer.
Cuando se comenzó a aplicar la vacuna, los datos que se tenían eran a 10 años, y ahora sabemos que vacunamos al niño cuando nace y nunca más va a necesitar protección, porque el sistema va a continuar generando defensas. La vacuna contra el VPH es relativamente joven, por así decirlo: tiene aproximadamente unos 12 años de desarrollo clínico y eso me parece bastante para esta enfermedad en particular, que afecta a muy largo plazo”.

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