El ministro de Industria y Comercio sostuvo este martes que con la puesta en marcha de PRO-COMPETENCIA debe iniciar en el país una reinterpretación y transformación de los principios que regulan la actividad económica, con miras a establecer una cultura de competencia integral y efectiva, capaz de garantizar los derechos del consumidor  y de evitar los excesos de quienes venden productos y servicios.

Manuel García Arévalo indicó que el mundo de hoy nos conduce a adecuar la estructura productiva para afrontar con éxito el reto de la competitividad local e internacional y, la vez, nos convoca a manejarnos con mayor capacidad innovadora y menores costos de producción, a tono con la nueva dinámica competitiva que impulsará PRO-COMPETENCIA.

“Este nuevo paradigma para construir una República Dominicana competitiva y moderna, que tenga sustentabilidad hacia el futuro, se corresponde con la estratégica y visionaria política de apertura comercial emprendida por su Excelencia el presidente Leonel Fernández Reyna, como una forma de insertarnos adecuadamente en la era de la globalización e integración de los mercados”, expresó.

Al intervenir en la ceremonia de instalación de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, que velará por la aplicación de la Ley 42-08, García Arévalo dijo que el nuevo instrumento legal potenciará las relaciones de negocios y oportunidades de inversión, como forma de incrementar el progreso, la creación de empleos estables y productivos, y el bienestar de la población, atenuando con ello la desigualdad social.

Afirmó que una mayor competencia implica más crecimiento económico y que países como Australia y otros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que pusieron en marcha regulaciones como la que inicia en el país, incrementaron la productividad y la gama de productos en sus mercados.

“De ahí que una promoción efectiva de la competencia garantiza el buen funcionamiento de la economía de mercado y mejora la distribución del ingreso como lo indican los resultados de diversos estudios del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),  la CEPAL y numerosas encuestas regionales y mundiales de opinión económica, de altísima credibilidad”, comentó.

Agregó que con la promulgación de la Ley General de Defensa de la Competencia la República Dominicana actualizó su marco jurídico para normar las actividades económicas, adoptando una nueva forma de regular el comportamiento del mercado dentro del actual proceso de apertura comercial que vivimos.

García Arévalo valoró el papel a desempeñar por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, “la cual tendrá a su cargo la función de velar y promover una adecuada interacción entre empresas y consumidores, para que por vía de la competitividad se ofrezcan mayores ventajas y beneficios a los usuarios finales”.

“De este modo se ha pasado del tradicional sistema de control de precios imperante hasta la década de los ‘80, al incentivo de prácticas comerciales que amplíen las opciones en términos de calidad y mejores precios de los bienes y servicios ofertados”, afirmó según un reporte de la Dirección de Comunicaciones del MIC.

Manifestó satisfacción por la instalación de las autoridades que integran la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, lo que definió como un nuevo órgano del Estado Dominicano que deberá orientar su quehacer institucional y fortalecer el ambiente competitivo en el que se desenvuelven las actividades productivas y comerciales, asegurando la prevalencia de las mejores prácticas de libertad de empresa y protegiendo, al mismo tiempo, los derechos de los consumidores mediante reglas que fomenten ofertas de calidad y precio justo de nuestros productos en el mercado.