García Germán

García Germán

Falleció Manuel García Germán. Siempre lo llamé García Germán.
Estuve en la funeraria haciendo guarda ante su féretro, junto con mi viejo amigo, el ex general piloto George Percibal.
A García Germán, amigo del alma y compañero de conspiración y de armas, lo conocí fugazmente en el año 1954, cuando ambos nos inscribimos en el primer curso de la Facultad de Ingeniería, de la vieja Universidad de Santo Domingo, en plena era de Trujillo. Taciturno, amistoso, García Germán era teniente del ejército.
Desapareció después de aquel primer año y se inscribió en la novel facultad de Economía, a estudiar administración de empresas.
García Germán era un militar antirrujillista, lo que lo llevó a militar, desde 1961, y quizás antes, en el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, liderado por Manolo Tavares, el más grande revolucionario habido en el país en toda su historia republicana.
García Germán era ya un militante del 14 de Junio, cuando en los últimos meses del convulso año de 1961, los norteamericanos, en unión a la elite de la oligarquía que le sirvió, y se sirvió, de aquel régimen sangriento, buscaban una fórmula que les permitiera retener el poder con más fuerza y libertad de acción.
En aquella convulsa e indefinida situación, el presidente Kennedy (en visita oficial a Puerto Rico), junto con el gobernador Muñoz Marín, y la elite de la timorata oligarquía dominicana, concibieron la fórmula del Consejo de Estado, con elecciones en diciembre de 1962, tanto para los cargos de Presidente, Vicepresidente y congresistas, como para la Constituyente, ya que estaban seguros de que Unión Cívica Nacional ganaría dichas elecciones, y podrían entonces, dominando la Constituyente, redactar una Constitución en base a su visión de lo que debería ser la nueva República Dominicana, sin Trujillo.
Manolo y el 14 de Junio reclamaron elecciones a constituyente primero, para, en base a la constitución que se diera el pueblo dominicano, entonces realizar las elecciones nacionales.
García Germán era para entonces capitán del ejército, con asiento en el campamento 27 de febrero, y estando de acuerdo con Manolo y el 14 de Junio, le planteó a Manolo estar a la disposición, junto con el capitán Perucho Castillo, a utilizar su influencia en la tropa, para contribuir a frustrar el plan norteamericano-oligarquía.
El triunfo aplastante de Bosch “le mató el gallo en la funda”, tanto al poder norteamericano como a la cúpula de los partidos y de la Iglesia, que los apoyaban.
Y durante los siete duros meses después del triunfo aplastante de Bosch, atacado su gobierno ferozmente por la oligarquía derrotada y sus cómplices, García Germán siguió militando en el 14 de Junio y se unió, desde bien temprano a los planes conspirativos encabezados por el coronel Fernández Domínguez, de derrocamiento del gobierno golpista y restitución del Presidente Bosch y la Constitución de 1963.
Aquel diminuto y modesto ser humano, mi hermano del alma, tuvo una participación destacada en la Guerra de Abril, desde la posición donde el coronel Caamaño lo designó, como ayudante del Jefe del Estado Mayor del Ejército, coronel Lora Fernández.
Feroz, firme y leal combatiente en la Guerra de Abril, honesto a carta cabal, militante del 14 de Junio, ese es el amigo del alma que he perdido, arrastrado por la muerte.

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