García Márquez media entre gobierno y ELN

García Márquez media entre gobierno y ELN

LA HABANA (AFP).- El escritor colombiano Gabriel García Márquez, dos veces mediador entre Fidel Castro y Bill Clinton, vestirá nuevamente la chaqueta neutral esta vez por la paz de su país, acompañando las conversaciones en La Habana entre el Gobierno de Bogotá y la guerrilla del ELN.

No es casual que el Premio Nobel de Literatura 1982 esté en Cuba en esta fecha, pues cada año asiste al Festival de La Habana, dicta seminarios en la Escuela Internacional de Cine, revisa los asuntos de su presidencia en la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y, cuando hay oportunidad, saluda a su amigo Fidel Castro.

Lo cierto es que, premeditado o no, mientras se esté clausurando el Festival el viernes, el ‘Gabo’ ocupará una silla conciliadora en el Hotel Palco, en el oeste de La Habana, para las diálogos exploratorios de paz entre el Gobierno de Alvaro Uribe y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

“Con García Márquez hemos recibido su apoyo. Nos va a acompañar en este proceso y esperamos seguir contando con ese acompañamiento”, dijo a la prensa el jefe militar del ELN, Antonio García, quien llegó a La Habana el martes.

Pero el escritor de 78 años, considerado por algunos de los participantes del diálogo como “un combatiente de la paz”, “un hombre convencido de las salidas negociadas”, se muestra escéptico esta vez.

“Nos expresó (…) que sigue con mucho escepticismo, que él también ha tenido momentos de frustración”, dijo Daniel García-Peña, miembro de la comisión civil y ex comisionado de paz del Gobierno colombiano, quien lo visitó el martes en su residencia en La Habana, junto a otros miembros de la comisión.

García-Peña señaló que el escritor les dijo que “a pesar de que sigue guardando muchas dudas, está convencido de que hay que hacer un esfuerzo” para lograr la paz en Colombia.

“Por tanto, contamos siempre con el apoyo del maestro como un respaldo significativo a este proceso”, dijo el ex comisionado de paz.

Pero el hermético ‘Gabo’, un veterano en lides conciliadoras que conoce bien el valor de la discreción en los procesos de entendimiento, tendrá esta vez un elemento en contra: por primera vez en unas conversaciones de paz en Cuba se ha permitido el acceso de la prensa a los pasillos.

García Márquez sorteó hasta ahora el asedio de los reporteros, que en eventos cinematográficos esta semana, trataron de abordarlo sobre el tema, sin resultados alguno.

Este hombre, que ya ha contado buena parte de su existencia en su autobiografía “Vivir para contarla”, no ha escrito sin embargo para el gran público ninguna de sus experiencias de conciliador.

Fue el ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari quien narró la labor del ‘Gabo’ en los entendimientos entre los presidentes de Cuba y Estados Unidos, Fidel Castro y Bill Clinton, durante la llamada Crisis de los Balseros, de 1994.

En su libro “México, un paso difícil a la modernidad”, Salinas reconoció “la inteligencia y el aplomo extraordinario” del autor de “Cien años de solidad” para terciar entre dos irreconciliables.

En mayo de este año, Castro “desclasificó” en un discurso público el informe que le hizo García Márquez de la encomienda que realizó de parte del cubano en 1997, otra vez ante la administración Clinton.

En el texto, Gabo narra los “sobresaltos e incertidumbres” que pasó para llevar el mensaje de Castro a funcionarios norteamericanos, una misión tan singular que “ni el pudor que me sobre ni la modestia que no tengo”, le han permitido olvidar.

En junio del pasado año, la comisión de facilitación de la Iglesia Católica y la sociedad civil colombiana, pidieron al García Márquez ser “enlace” en los acercamientos entre el Gobierno y el ELN.

La ex canciller colombiana María Emma Mejía dijo entonces que la idea es “aprovechar a García Márquez que es el gran interlocutor en estos temas”.

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