García Padilla dará último discurso de situación de P.Rico en medio de crisis

García Padilla dará último discurso de situación de P.Rico en medio de crisis

El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla ve indispensable modernizar sistema eléctrico

 San Juan.- Alejandro García Padilla prepara su último mensaje sobre la situación del Estado como gobernador de Puerto Rico, un discurso que sin duda estará marcado por la previsible imposición federal de una junta de control fiscal que encarrile la gestión pública local.

“El próximo lunes, 29 de febrero de 2016 el gobernador de Puerto Rico, Honorable Alejandro García Padilla, ofrecerá el Mensaje de Estado de Situación del País desde el hemiciclo de la Cámara de Representantes”, confirmó hoy este organismo a través de un comunicado. Aunque es habitual que este mensaje incluya la presentación del presupuesto para el siguiente año fiscal, este año, y por segunda ocasión consecutiva, García Padilla no podrá incluirlo.

En esta ocasión, la crisis de liquidez que padece el Gobierno es tan acuciante que de aquí a que comience el próximo ejercicio fiscal, el próximo 1 de julio, la isla podría estar ya sometida a la supervisión o control de una junta impuesta por las autoridades federales que deberán dar su visto bueno al presupuesto.

De hecho, está previsto que en marzo el Legislativo federal apruebe algún tipo de proyecto que establezca la imposición de esa junta de control fiscal, así como alguna vía para que Puerto Rico pueda renegociar los términos de la devolución de su deuda, ya que ésta se ha convertido en una pesada carga que absorbe más del 35 % de los ingresos públicos.

Ello explica que durante el mensaje del próximo lunes en una sesión conjunta de la Legislatura el gobernador no pueda presentar unas cuentas cuya elaboración se promete complicada.

La situación fiscal de la isla es tan compleja que García Padilla incluso ha decidido renunciar a buscar la reelección en las elecciones previstas para noviembre con el objetivo de centrarse en los trabajos necesarios para sacar a flote la isla.

Así, este será el último mensaje sobre la situación del Estado de García Padilla, quien el año pasado ya aprovechó esta cita para advertir de que la situación de la isla era muy complicada y que habría que realizar recortes en todas las ramas de Gobierno.

“Puerto Rico está ante una de las mayores crisis fiscales y económicas en nuestra historia moderna”, dijo en el discurso del año pasado, que tuvo lugar el 30 de abril. Ese día ya se sabía que su plan de aplicar una agresiva reforma contributiva había sido rechazada por el Legislativo -incluidos algunos legisladores de su partido-, lo que, según dijo, haría que el acceso a los mercados financieros fuera “sumamente difícil, lo cual dificulta la operación del Estado».

Sin embargo, por entonces aún mantenía su compromiso de atender las obligaciones con los bonistas mientras reclamaba a Washington que Puerto Rico pudiera acogerse a la Ley de Quiebra federal. Hoy sin embargo la isla ya ha incurrido en varios impagos y desde su propio partido se sigue rechazando la reforma contributiva que está previsto que entre en vigor en abril, aun siendo esta mucho más suave que la propuesta inicial.

De hecho, el actual presidente del Partido Popular y candidato a la gobernación, David Bernier, le pidió esta semana que detuviera la aplicación de la reforma.

Bernier propone diseñar un proyecto de consenso de reforma contributiva que cuente con el aval de representantes del sector empresarial, sindical, profesional y gubernamental, e incluya una bajada de impuestos para empresas y particulares para reactivar la economía. Igualmente, Bernier se opone a la imposición de una junta de control federal que supervise la gestión fiscal de la isla, algo que parece inevitable a la luz de cómo están avanzando las negociaciones en el Congreso de EE.UU.

El Movimiento Independentista Nacional Hostiano (MINH), un partido minoritario que defiende la independencia de la isla, ha convocado a manifestarse en contra de esa junta coincidiendo con la celebración el próximo 22 de marzo del Día de la Abolición de la Esclavitud.

Su convocatoria es para protestar ante la sede del Tribunal Federal de Puerto Rico y asegura contar con el apoyo de otras agrupaciones como el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el Frente Socialista y diversos sindicatos.

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