POR GRACIELA AZCÁRATE
Sensual, sincopado, apareado, depredador, atrevido, bello y equitativo. Para don Alvarez Castellanos que canturreó Garufa y para Ubaldo Guzmán que preguntó qué era el conventillo. No hay errores en el tango(_ ) No es como la vida(_ )
Si ves que todo anda mal, sólo tienes que tanguear
Del Film de Martin Brest: Perfume de mujer. Esta frase la dice Al Pacino que encarna al ciego Frank Slade, un coronel del ejército norteamericano.
El intercambio de saludos, las bromas del oficio, la referencia a un artículo o a una primicia nacional acompañan casi siempre mis entradas al periódico con don Francisco Alvarez Castellanos y Ubaldo Guzmán. Como hace muchos años me une una complicidad tanguera con el primero, él me canturreó un tango, lo acompañé a dúo, y Ubaldo preguntó qué era el conventillo. Y yo me acordé que como en el tango a mí me acunaron con tangos.
No sé una sola canción infantil.
Mi mamá quería cantar tangos en Radio Belgrano.
Quería ser como Azucena Maizani, la ñata gaucha, como Mercedes Simone, como Tita Merello o como Rosita Quintana. Como la frustraron y se lo impidieron porque eso era de cabaretera y bataclana, me cantó a lo largo de mi infancia y mi adolescencia todo un repertorio que reunía lo mejor de todas esas mujeres.
El tango, me llena de olores y memoria como los ñoquis del jueves, el bife de chorizo con papas y huevos fritos y los ravioles del domingo.
Entre olores a comidas inmigrantes, las mujeres de la casa corrían la mesa del comedor, la tía se sacaba el delantal que se había puesto para amasar los ravioles, y entre ellas, mientras mamá desgranaba un tango, las minas de la casa se ponían a tanguear.
Como el coronel del ejército aquellas mujeres hallaban seguridad en el corte y la quebrada, mientras mamá hacía y cantaba poesía cotidiana sin saberlo.
El tango es una danza del instinto inculto y ciego: su conección es el deseo y el sexo le da vida.
Revela un momento histórico, desnuda el alma de los bailarines y se convierte en metáfora de la expresión y la inhibición, del poder y el sometimiento.
Puede ser alegre, desenfandado; o puede ser ominoso y siniestro.
Nació en la década de 1880, cuando Buenos Aires dejó de ser unagran aldea y se convirtió en una ciudad cosmopolita.
En 1894, se inauguró la Avenida de Mayo, larga, arbolada y lujosa y la calle Florida fue el escaparate del lujo, el buen gusto y la riqueza.
En 1900, el pavimento extendía la ciudad hasta el arrabal y el tranvía surcaba una ciudad opulenta y afrancesada hasta llegar a los barrios marginales y proletarios.
El tranvía llegaba a los arrables, a los barrios del sur, a la pequeña Italia donde los genoveses en la Boca del Riachuelo construyeron los suburbios obreros, con los trabajadores que laboraban en Barracas al sur (Avellaneda), o en los frigoríficos Armour a principios del siglo XX.
La llegada de enormes contingentes de inmigrantes pobló las viejas casas del sur, que los ricos abandonaron después de la terrible epidemia de fiebre amarilla de 1871.
Inmigrantes italianos, españoles y franceses se hacinaron en los conventillos que no eran más que cuarterías, casas viejas abandonadas por sus ricos dueños, olvidadas del antiguo esplendor, con un patio central y en cada pieza familias enteras amontonadas.
Muchas veces el patio central de la vieja casona hacía las veces de taller de cada uno de sus inquilinos. Tomaban mate, bailaban una milonga o un tango, arreglaban los zapatos,cosían un vestido, escribían poemas de amor o se trenzaban a puñaladas en un duelo a muerte, la vida toda transcurría en el patio del conventillo
Hacia finales de 1870, los afroargentinos de Buenos Aires improvisaron una nueva danza que tenía similitudes con el candombe uruguayo.
Lo llamaron tango y los compadritos de la ciudad, con ánimo de burla, tomaron elementos de esta danza y la incorporaron a su danza preferida que era la milonga.
Del candombe, la milonga, del negro del Barrio del tambor en San Telmo y en los patios de los conventillos en la Boca del Riachuelo nació el tango arrabalero, prostibulario, canyengue y apasionado.
El film Perfume de mujer de 1992, del director Martin Brest, muestra cómo el tango depende del contacto sensorial.
Al Pacino dice: No hay errores en el tango(_ ) No es como la vida (_ ) Si ves que todo anda mal, sólo tienes que tanguear.
Él encarna al ciego Frank Slade, un coronel del ejército norteamericano, que disfuncional en otros aspectos, este baile lo hace sentirse seguro, porque no hay errores en el tango. Paradójicamente el baile es metáfora, el cuerpo es el guía y la equidad entre géneros propia del tango está subrayada por la posiblidad de que lo bailen parejas del mismo sexo.
Entre el variado fondo y tema de los tangos los había trágicos, lunfardos, amargos, melodramáticos y simpáticos. Garufa, el tango que cantó don Alvarez Castellanos y que desencadenó mi memoria nació así.
En 1922 se creó en Montevideo la Troupe Ateniense, una de las más célebres agrupaciones carnavaleras como también lo fueron la Oxford o Un Real al 69 y que se dedicaban a componer y poner versos a los tangos que se estrenaban para los carnavales.
Sobre todo la Troupe Ateniense fue cuna de tangos memorables compuestos por músicos y creadores de la talla de Gerardo Matos Rodríguez, Ramón Collazo, Adolfo Mondino entre muchos otros.
Juntos o separados, estos artistas compusieron páginas que no sólo tuvieron gran aceptación popular en Uruguay sino que cruzaron el Río de La Plata y se afincaron para siempre en el gusto del público de Buenos Aires.
Juan Antonio Collazo en música y Víctor Soliño y Roberto Fontaina en letra, produjeron, entre 1927 y 1928, dos tangos que satirizaban a ciertos personajes de la época y que incluyeron exitosamente en sus repertorios Rosita Quiroga y Tita Merello.
Eran Niño bien y Garufa. En Montevideo Alberto Vila hizo famoso Garufa y en Buenos Aires su intérprete oficial fue Rosita Quiroga
Niño bien y Garufa usan mucho humor, sarcasmo, broma y crítica contraponiéndose o como réplica al contenido melodramático de algunos tangos que estaban de moda.
Los autores tuvieron el hallazgo de repetir un éxito, utilizando la misma fórmula.
Debieron cambiar la alusión a una calle de Montevideo porque cuando dice:
Tu vieja dice que sos un bandido, / porque supo que te vieron / la otra noche en la calle San José no tiene sentido ni referencia en Buenos Aires.
Ingeniosamente, Soliño y Fontaina salieron triunfantes del trance sustituyendo la mención de esa calle por el Parque Japonés, parque de diversiones, lugar de recreo y encuentro donde también se bailaba, frente a la estación terminal de trenes de Retiro, ubicado en el predio donde actualmente está el Hotel Sheraton de Buenos Aires.
Lo que no fue modificado en la letra es el barrio La Mondiola, nombre genérico de la zona costera, donde se desarrollaba una vida bohemia y más permisiva, donde la Troupe tenía una casita que servía de sede.
Letra
Garufa
Música: Juan Antonio Collazo
Letra: Víctor Soliño / Roberto Fontaina
Del barrio La Mondiola sos el más rana
y te llaman Garufa por lo bacán;
tenés más pretensiones que bataclana
que hubiera hecho suceso con un gotán.
Durante la semana, meta laburo,
y el sábado a la noche sos un doctor:
te encajás las polainas y el cuello duro
y te venís pal centro de rompedor.
Garufa,
¡pucha que sos divertido!
Garufa,
ya sos un caso perdido;
tu vieja
dice que sos un bandido
porque supo que te vieron
la otra noche
en el Parque Japonés.
Caés a la milonga en cuanto empieza
y sos para las minas el vareador;
sos capaz de bailarte la Marsellesa,
la Marcha a Garibaldi y El Trovador.
Con un café con leche y una ensaimada
rematás esa noche de bacanal
y al volver a tu casa, de madrugada,
decís: Yo soy un rana fenomenal.
Bacan: (lunf.) Hombre que mantiene a una mujer (ANON.1); amante / individuo adinerado o que aparenta serlo; acaudalado; pudiente / persona que se da buena vida; oligarca, elegante, refinado / hombre (AD), persona (LCV) / patrón (AD.).
Bataclana: bailarina de cabaret
Rana: vivo, pícaro.
Garufa: (lunf) Irse de fiesta. Irse de joda. Irse de farra.
Gotán: (lunf) tango al revés. Hay que tener en cuenta que el lunfardo nace en la cárceles y se hablaba al revés entre los delincuentes para que los guardias no entendieran.
Mina: (lunf) Mujer.
Vareador: (lunf) Acción de cuidar las reses en el campo por los peones.