Desde que los Yanquis de Nueva York adquirieron a Giancarlo Stanton en un cambio desde los Marlins de Miami, todo el mundo se concentró en hablar de la combinación de poder que formaría con otro toletero de grandes dimensiones: Aaron Judge.
Y muchos olvidaron que ya los Yanquis contaban con un madero de respeto en la figura del receptor dominicano Gary Sánchez.
Ayer, el trío de poder de los Mulos del Bronx se alineó por primera vez en los entrenamientos de primavera.
Y fue precisamente el quisqueyano el que se dejó sentir… ¡y de qué manera!
Sánchez conectó un cuadrangular 40 pies por encima de la pizarra del George M. Streinbrenner Field vs Detroit.
Según una nota de MLB.com, Sánchez ha bromeado recientemente, diciendo que no le están prestando atención dentro de un grupo de práctica de bateo que incluye a Judge, Stanton, Greg Bird y, más recientemente, el mariscal de campo de la NFL Russell Wilson.
«Gary batea. Eso es lo que pienso», dijo el mánager Aaron Boone hace poco. «Es un tipo especial», agregó el capataz al citado portal.
Sánchez ha acumulado 53 cuadrangulares en sus primeros 177 partidos en Grandes Ligas y sin duda alguna que al unirlo con dos torres como Stanton (59 jonrones en el 2017) y Judge (52) sus números podrían aumentar.
Los Yanquis fueron pacientes con Sánchez, quien firmó como prospecto en el 2009 por US$3.1 millones y no subió a Grandes Ligas hasta el 2016.
La espera ha rendido frutos y el muchacho de 25 años tiene un gran futuro por delante con la organización.
Para este año tiene una proyección de 31 tetrabases y si logra cumplir sus metas de mejorar en la defensa -algo que se cuestionó en el 2017 y principalmente por el exdirigente Joe Girardi- entonces Sánchez alcanzará unos niveles nunca antes escalados por receptor dominicano alguno en la Gran Carpa.
Así de bueno es “Gary Power” y lo mucho mejor que puede llegar a ser, solo el tiempo lo dirá.