SAN JUAN SABINAS, México (AFP).- Las posibilidades de hallar vivos a los 65 mineros atrapados desde el domingo en un yacimiento del norte de México van disminuyendo conforme avanzan las labores de rescate por la alta concentración de gas en el aire detectada, admitió ayer el gobierno.

“Lamentablemente a medida que se avanza en los trabajos, se reducen las posibilidad de encontrar con vida a los compañeros atrapados, aunque no se ha encontrado aún a ninguna persona”, declaró Salazar. A pesar de todo, “los trabajos no se detendrán”, agregó.

El ministro informó que los análisis realizados ayer en la galería donde se supone que trabajaban entre 16 y 28 mineros en el momento de la explosión que provocó un derrumbe la madrugada del domingo confirman lo que ya se había adelantado el jueves: que el aire es irrespirable.

“En cuanto a los barrenos, el análisis de gases del diagonal 23, a unos 1.200 m de la boca, ratifica los resultados” obtenidos el jueves, “es decir que el aire en esta zona es totalmente irrespirable y no puede sustentar la vida”, señaló.

“Si alguien respira esa mezcla de gas está muerto”, agregó.

Ni la empresa propietaria de la mina ni la secretaría de Trabajo quisieron dar por muertas a los mineros, ante la posibilidad de que estén en otro punto del túnel colapsado.

Sin embargo, sí lo hizo el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira. “El aire analizado no es respirable y no puede sustentar la vida (…), si no puede haber vida es que están muertos”, dijo.

A pesar de esto, el presidente Vicente Fox manifestó que todavía tiene la esperanza de “encontrar una buena cantidad de ellos con vida”, aunque agregó que “todo depende de las circunstancias”.

Entretanto, las familias están cada día más desesperadas y sospechan que el gobierno y la empresa les están ocultando la verdad sobre la suerte de sus parientes atrapados.

La noche del jueves al viernes los trabajos “se enfocaron principalmente en la perforación de barrenos en las zonas más profundas de la mina, la limpieza del área colapsada, que es conocida como el diagonal 9, en busca de las dos personas que se presume estaban ahí en el momento del accidente”, explicó Salazar.

Los socorristas esperaban encontrar en esa zona a los mineros que estaban más cerca de la boca de la mina en el momento del colapso, en la madrugada del domingo, pero al llegar al lugar sólo encontraron un montón de escombros.

Los equipos de rescate, que han retirado más de 800 toneladas de escombros tras más de cinco días trabajando con picos y palas -ya que el riesgo por la concentración de gas y de que se produzcan nuevos derrumbres impide utilizar maquinaria pesada-, están avanzando en tres direcciones distintas hacia donde creen que están los desaparecidos.

El viernes trabajaban en el fortalecimiento de las galerías para garantizar su propia seguridad.

“De ninguna manera se va a arriesgar la vida de los rescastistas”, sostuvo Salazar.

También comenzaron a colaborar en las tareas de salvamento los seis asesores técnicos estadounidenses que llegaron el miércoles.