Gas Natural Licuado
El mundo se prepara para una industria transformada

<p><strong>Gas Natural Licuado<br/></strong>El mundo se prepara para una industria transformada</p>

El gas natural licuado, o GNL, resultado de enfriar a extremos el gas hasta llevarlo al estado líquido con el fin de disminuir su volumen y facilitar su transportación, tradicionalmente, había sido considerado un producto de nicho.

Sin embargo, el consumo ahora está creciendo a una tasa de 10% anual, comparado con el 2% anual para el gas de gasoducto, y está entre los mercados de la energía de más rápido crecimiento del mundo.

Con reservas de gas en Europa y América del Norte cerca o por encima de los picos de producción y la demanda subiendo en los países de Asia que cuentan con poco gas nativo, el GNL está experimentando una explosión en la demanda. Se espera que entre 2010-11 la industria del GNL se haya duplicado en relación con 2004

Anticipando el “boom”, los esfuerzos de producción se han estado acelerando en todo el mundo. Más de 50 terminales de regasificaciòn, que convierten el GNL de nuevo en gas se han propuesto para ser construidas en las costas de Estados Unidos en los últimos años. La flota global de barcos para transportar GNL casi se habrá triplicado en 2009, a partir de las 139 naves que flotaban en 2002.

 “En determinado punto, estudios sobre el GNL eran los únicos proyectos que nos llegaban”, dice un consultor del ramo. “Me estaba aburriendo”.

Pero si se conversa con los ejecutivos de las principales compañías de energía del mundo, en el tope de la lista de preocupaciones sobre el futuro del GNL está un problema: el suministro. DE los proyectos planeados en EEUU, se espera que solo seis de ocho se construyan en 2016, y el año pasado muchos barcos pelearon por conseguir carga. Se espera que el suministro global exceda los pronósticos en 28% en 2010, de acuerdo con PFC Energy, la consultoría.

“El reto está en mantener el ritmo de la demanda”, dice Roland Kupers, vicepresdiente de GNL global en Shell.

El suministro ha sido un problema porque las demoras en la producción y las alzas en los costos han afectado el negocio. Los desarrollos a veces son impredicibles porque, por su propia naturaleza, los proyectos de GNL tienden a ser más difíciles de alcanzar en lugares con pobre infraestructura. “Los proyectos son grandes y difíciles, y se están haciendo más problemáticos todavía”, dice el señor Kupers.

Muchas de las mayores reservas del mundo están en países de alto riesgo, como Rusia, Venezuela, Nigeria, irán y en el Oriente Medio. El proyecto Australian Gorgon, que Chevron clasifica como el más importantes de los suyos, ha pasado trabajo para superar las inquietudes ambientales del regulador.

El desarrollo de Sajalin 2, de petróleo y gas de Shell en el oriente de Rusia ejemplifica algunos de los problemas de desarrollar el GNL: su costo duplicó los cálculos originales hasta US$20 millardos, y ha padecido las continuas regulaciones ambientales establecidas por el gobierno ruso.

Pero a pesar de los problemas, Kupers dice que el proyecto sigue siendo vital para Rusia y aportará US$50 millardos en impuestos, a US$34 el barril, y hasta US$80 millardos a con el barril a US$60.. Sin embargo, la demanda actual de GNL también está excediendo lo que la experiencia disponible es capaz de desarrollar. Además, los precios en aumento de los productos básicos de construcción, como el acero y el concreto, han disparado los costos.

Entre 1999 y 2001, el mercado de GNL produjo cerca de 7 millones de toneladas anualmente, y en 2010 se espera que produzca 55 m/t. No obstante, todos los proyectos siguen en construcción por solo un puñado de compañías de ingeniería. “A los mercados de ingeniería y construcción les está resultando difícil mantener el ritmo del desarrollo”, dice Gavin Law, de Wood Mackenzie.

Esto ha generado preocupaciones de que el GNL pierda su ventaja por precio. También existe el riesgo de que al no lograr garantizar un suministro adecuado desvíe a los políticos a buscar otras opciones, como la gasificación del carbón. A la luz de esto, el sector está concentrando sus esfuerzos en manejar el gasto.

John Gass, presidente de gas global en Chevron llama al aumento en el costo “dislocaciones a corto plazo”. El GNL es un negocio a largo plazo, todavía muy dependiente de los contratos a veinte y treinta años con los clientes, dice.

Chevron se ha concentrado en mejorar la gerencia de sus proyectos y por depender en mejor tecnología para mejorar la eficiencia y capacidad que permitan compensar el costo de las sacudidas. Pero en el corto plazo, dicen los analistas que hay pocas alternativas al GNL. “Es extremadamente improbable que la tendencia hacia un mayor uso del GNL se detenga”, comenta Michael Stoppard, de Cambridge  Energy Research Associates. “Usted solo tiene que ver dónde están los recursos de gas del mundo y dónde sus mercados”.

Por el momento, hay señales de que el suministro está mejorando y se están haciendo más flexibles. Aún si se incluyen las demoras, la capacidad de GNL se espera que aumente en 50% en 2010. Los barcos van más llenos, lo que indica que la producción está alcanzando la construcción de infraestructura.

Clave para los suministros futuros será la forma en que el mercado responda, mientras más gas de Qatar, lejos y distante el mayor suplidor de GNL del mundo entre en la red. El aumento en la producción qatarí de GNL solo en 2010 será cinco veces el que emplea hoy EEUU.

“Realmente están cambiando la escala del negocio”, dice Gabriel Wayne, de PFC Energy. “Qatart será un monitor para cuánto GNL pueden asumir estos mercados. La cuestión es si ese flujo de GNL cambia la dinámica del mercado, o si EEUU y nEuropa sostienen ese nivel de volumen de crecimiento y todavía dejan espacio para desarrollos a plazos más largos.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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