PARÍS,  AFP.  El gas, abundante y más barato que otras energías, podría vivir una “edad de oro” gracias a una ambiciosa política de China, en momentos en que algunos países renuncian a la energía nuclear, dijo ayer la Agencia Internacional de Energía (AIE) en un informe.  

El gas podría representar más de un cuarto de la demanda mundial en energía de aquí a 2035, contra 21% actualmente, según el presidente de la AIE, Nobuo Tanaka, citado en un comunicado.   “Hemos observado un notable desarrollo de los mercados de gas en estos últimos meses. Existe un fuerte potencial para que (esta fuente de energía) tenga un rol cada vez más importante, y también para que el gas se diversifique y mejore su seguridad energética”, subrayó.

   La demanda de China, en particular, debe aumentar con fuerza hasta 2035, para pasar del nivel de Alemania en 2010 al nivel de toda la Unión Europea en 2035, augura la AIE, plantando así un escenario de “edad de oro” para el gas.

  Para hacer frente a la demanda, la producción anual de gas deberá aumentar en 1,8 trillones de metros cúbicos, equivalentes al triple de la producción actual de Rusia. 

 Por el lado de la oferta, los recursos son importantes y bien repartidos geográficamente, dice la Agencia, una rama de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

  El mundo posee, al ritmo actual de su consumo, suficiente como para 75 años de consumo de gas.   Pero el gas, aunque sea la energía fósil “más limpia”, “sigue siendo una energía fósil” que emite gases de efecto invernadero y podría aumentar la temperatura en más de 3,5 grados. 

 Una creciente utilización del gas podría, sin embargo, estimular el desarrollo de energías con una débil emisión de CO2,  sobre todo las renovables, en momentos en que la AIE augura un “rol reducido” de la energía nuclear.

El gas tiene un amplio uso

 El gas natural puede utilizarse en los hogares para cocinar, lavar, secar, obtener agua caliente, climatizar y calentar nuestras casas.

Los principales usuarios comerciales de gas natural son los proveedores de servicios de restauración, hoteles, equipamientos de servicios médicos y edificios de oficinas. Las aplicaciones comerciales de gas natural incluyen la climatización (aire acondicionado y refrigeración), la cocina o la calefacción.

El sector industrial es el principal consumidor del mercado de gas natural.

Otra aplicación de actualidad y con un gran futuro es la cogeneración con gas natural que produce conjuntamente energía eléctrica (o mecánica) y calor útil para fábricas, centros sanitarios y hoteleros, y grandes complejos urbanísticos, reduciendo en gran medida la emisión de contaminantes.

El gas natural se utiliza cada vez más en la generación de electricidad en centrales térmicas.