Leí, semanas atrás, en uno de los matutinos que recibo bien temprano, la preocupación de un lector por las escrituras del apelativo Ga/z/cue con /z/ interna o al final de la primera sílaba, y Ga/s/cue con /s/, en el mismo punto donde se ha escrito con e/s/e durante décadas prolongadas, por no decir otros períodos de mayor extensión.
No pude tomar anotaciones acerca de la inquietud de aquel lector por razones de estado de salud. Pero lo hago ahora, rebasado el quebranto, con el deseo de contribuir con el interés de clarificar ese punto de nuestra ortografía, por si vale la pena.
Produje un estudio de dos artículos para el desaparecido diario El Siglo, bajo el título Ga/s/cue Ga/z/cue.
La investigación, dividida en dos partes, fue dedicada así: “A Freddy Beras Goico, por su inquietud y por su sinceridad”.
A.- La primera parte del trabajo se publicó el 11 de enero del 2001, y se aplicó al estudio de publicaciones extranjeras alusivas a las formas, como apellidos o como topónimos del vocablo en cuestión.
Hagamos un repaso.
El primer instrumento al que acudí fue la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, tomo XXV, 1924, que reposa en la biblioteca Juan Pablo Duarte, del Congreso Nacional.
“En ese tomo se recogen las siguientes entradas: Ga/s/cue, provincia de Navarra, norte de España.
“Ga/s/cue y Murga, ingeniero, musicógrafo, n. en San Sebastián (1848) y m. en el 1920.
“Ga/s/cueña, provincia de Cuenca [… se supone fundada por algunos gascones…].
Otros documentos aportaron terminos, como: Ga/s/cuña y Gásquez. Pero entre diccionarios y enciclopedias [… Ilustrada Europeo Americana; Enciclopedia de las Américas, Plaza y Janés; ni el Enciclopédico Quillet, ni el Espasa Ilustrado se enteran de la bendita consonante /z/, que cierra el abecedario de nuestra lengua, ni como patronímico ni como topónimo que nos envuelve en este tema: ¿Ga/s/cue o Gazcue?
El caso de Gásquez, nombre de una aldea que, para el siglo XIX, fue una población de la provincia de Almería, frente al Mar Mediterráneo, pretende paronimizársele a nuestra favorita. Pero no carga /z/ al final de la primera sílaba, — ni era el caso — para darnos información acerca del Ga/z/cue que tan distraídamente venímos “ceceando” en nuestra escritura.
(Continúa)