El informe preliminar sobre la explosión en el antiguo mercado de San Cristóbal, donde funcionaba una empresa de reciclaje, la atribuye a que ahí había “acumulaciones de gases y materiales inflamables, los cuales con chispas, ignición, calor o fricción pudieron generar la activación de dicha explosión”.

En ese orden, indica que «en el área donde la empresa almacenaba y realizaba reciclaje de plásticos se encontraron elementos que apuntan a la emanación de gases combustibles que se pueden generar por el calentamiento de dichos materiales, que al estar encerrados y no poder ventilar crean una significativa acumulación en el tiempo, los cuales pueden provocar un incendio o una explosión, como sucedió», el pasado 14 de agosto en San Cristóbal.

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El informe que presentó la Cámara de Comercio y del Consejo Empresarial por el Desarrollo de San Cristóbal (Cepdsc), señala que la explosión dejó 34 fallecidos de los cuales 19 eran empleados de Casa Toledo, donde solo sobrevivió uno de sus 20 colaboradores.

Además, dejó decenas de heridos, incluyendo personas con quemaduras de gravedad y afectó 70 locales comerciales.

También fueron afectadas 12 viviendas con daños diversos, entre estos techos, paredes, pisos y de sus ajuares, incluso muchos propietarios no pudieron recuperar nada.