Gastan 800 millones de dólares en cabildeos

Gastan 800 millones de dólares en cabildeos

La industria farmacéutica norteamericana ha gastado más de US$800 millones en cabildeos y donaciones de campaña a nivel federal y estatal en los Estados Unidos en los últimos siete años, afirma la Asociación de Industrias Farmacéuticas Dominicana (INFADOMI).

En un documento también expresa que la operación de cabildeo de las multinacionales farmacéuticas es la más grande de esa nación, donde ninguna industria ha gastado tanto dinero para influir en la toma de decisiones, sobre todo en Washington.

“Pretender maximizar los intereses comerciales norteamericanos y subordinar a estos las necesidades de salud de toda la población dominicana, no puede ser el espíritu de ningún acuerdo comercial”, sostiene.

Señala que ante estas intenciones, las empresas multinacionales gozarían de las ventajas de una mayor posición monopólica, lo que a su vez se traduciría en un significativo aumento de los precios de los medicamentos sin alternativas posibles para el público consumidor.

“En estos momentos, la Secretaria de Industria y Comercio, a través de su Dirección de Comercio Exterior (DICOEX), son los actores más importantes en este escenario, pues de ellos depende la negociación de los términos en que se va a implementar el DR-CAFTA en el país”, expresa.

 Añade que, por tanto, la industria farmacéutica nacional exhorta a la revisión exhaustiva de los textos suministrados por las autoridades norteamericanas, a fin de establecer hasta dónde llegan los compromisos del país con el DR-CAFTA. 

En esta ocasión, la industria farmacéutica nacional tiene expectativas más favorables y se siente confiada de que  el equipo técnico de la DICOEX utilizará todas las herramientas a su disposición, para velar por los intereses de la industria farmacéutica nacional, igual que como el Departamento de Comercio de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) vela por las multinacionales farmacéuticas norteamericanas, resalta el documento.

Igualmente, INFADOMI entiende que cualquier disposición que se extienda más allá de lo previsto en el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y Estados Unidos (DR-CAFTA) afectaría negativamente a la industria farmacéutica dominicana.

Añade que esto se traduce, a su vez, en un perjuicio a la sociedad porque desnaturalizaría el derecho a la salud como derecho humano fundamental, toda vez que la seguridad médica y sanitaria de un país depende fundamentalmente de la disponibilidad de medicamentos para toda la población a precios asequibles.

“Representantes de INFADOMI expresamos en su momento la preocupación por la inclusión del tema de propiedad industrial”, en el marco del DR-CAFTA, “y solicitamos entonces que dicho tema fuese excluido de las negociaciones”, expresa.

Es así, añade, por existir ya una efectiva protección en esa materia, fruto de muchos años de negociaciones internacionales y del consenso de las distintas posiciones sobre el tema.

Sostiene que la realidad es que el país tomó la decisión de adherirse al tratado y no negociarlo, a pesar de numerosas intercambios con el equipo negociador designado y de haber suministrado toda la información pertinente para fundamentar la posición de lo que significaban para la industria farmacéutica nacional y, por consiguiente, para la salud de los dominicanos, las provisiones en el acuerdo.

En ese momento, sostiene, la dirección de ese equipo negociador tenía conflictos de intereses que ameritaban su inhibición en el proceso de negociación y hoy observa cómo algunos de los miembros del equipo que negoció el DR-CAFTA “laboran hoy en la Cámara Americana de Comercio en desconocimiento de la distinción entre la defensa de los intereses nacionales frente a los extranjeros”, señala INFADOMI.

Reitera que la nación cuenta con una industria farmacéutica local competitiva que ocupa, actualmente, cerca del 60% del mercado dominicano de medicamentos.

En el caso de Estados Unidos, añade que sus empresas farmacéuticas ocupan cerca del 10% del mercado de medicamentos en el país.

Expresa que las presiones del gobierno norteamericano, en negociaciones que no respetaron las asimetrías en los procesos de desarrollo de los países involucrados, lograron la inclusión del tema en el tratado.

 “Así, las provisiones del DR-CAFTA, en materia de propiedad industrial, reflejan la intención del gobierno norteamericano de satisfacer sus empresas farmacéuticas, cuyos cabildeos en el gobierno y congreso norteamericanos son los más cuantiosos y efectivos, según referencias de entidades como el Centro para la Integridad Pública y el Centro de Política Responsable de los Estados Unidos”, concluye.

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