El gasto en electricidad ha crecido tanto en este país, que para muchos negocios ya es mayor que el gasto mensual en empleados y trabajadores, según representantes de la Organización de Empresas Comerciales (ONEC).

Fernando García, Mercedes Ramos, Leonor Asilis y Javier Rodríguez explicaron que el gasto en energía es actualmente uno de los más altos en la estructura de costos de las empresas, porque se duplicó en el último año, conjuntamente con el deterioro en el suministro de energía.

Explicaron que es tal la crisis, que en algunas empresas han explotado las plantas de emergencia, porque no resisten estar encendidas durante tanto tiempo.

García cuestionó que en esta nación se pague una de las tarifas eléctricas más caras del Continente.

«No vemos una solución inmediata al problema. Cada vez se ve más factible salirse del sistema y costear plantas propias, porque así se sabe lo que cuesta ese servicio, realmente», opinó García.

Explicó que todos los miembros de la ONEC son usuarios del servicio eléctrico, porque son empresas pequeñas tales como ferreterías, supermercados, tiendas y farmacias, que pretenden recibir la energía a un precio razonable y en condiciones aceptables.

De su lado, la dirigente Ramos afirmó que el gasto en que incurren las empresas es en extremo alto, porque pagan la energía a las empresas que se la suministran, compran combustibles a causa de los apagones y pagan mantenimiento por sus plantas de emergencia.

Por las razones expuestas, más la depreciación de las plantas de emergencia, la energía se ha convertido en unos de los componentes más altos en la estructura de gastos de las empresas, añadió.

Consideró importante que se busque una salida urgente al problema energético.

«Las empresas tenemos dos ingredientes: La inversión en infraestructuras adicionales a nivel de plantas de emergencia y además para poder cubrir la demanda en momento en que no tenemos energía y, aparte de eso, tenemos uno gasto de energía enorme también, que no bajan y a pesar de que el suministro es menor, la tarifa sigue alta», puntualizó.

En tanto, García agregó que el gasto de las empresas en energía es brutal y que al final lo acaban pagando el inversionista y el consumidor.

Al respecto, Ramos manifestó que la crisis energética también es un desincentivo a la inversión, nacional y extranjera, porque se suma a la lista de obstáculos existentes en el país.