Semana Santa cambia la forma de comer de los católicos en todo el mundo. Aunque desde el inicio de la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza las costumbres culinarias se hacen estrictas prohibiendo el consumo de algunos alimentos, es en Semana Santa cuando estas costumbres se hacen más distintivas.

La abstinencia pudiera ser la palabra clave, pero como dicen que “a falta de pan, casabe” la ausencia de alimentos de contenido cárnico es un incentivo a la creatividad que permite disfrutar platos que sólo se ven por esta época. Mientras en el país se destaca el consumo del bacalao y las habichuelas con dulce, en otros países son elaborados pasteles y recetas  que satisfacen bien al comensal; todo con el objetivo de calmar el hambre y no verse en la tentación de comer carne.

Tradiciones.  En Europa, por ejemplo, se presta mucha atención a la pastelería en estos días. En Italia se consumen dulces como la Colomba Pasquale (pan glaseado) y la pastiera (pastel de ricota y trigo).

En Alemania se sigue  la costumbre de los huevos de pascua al igual que el consumo de kartoffelpuffer.

Mientras, en España el bacalao en salazón es el protagonista de la gastronomía de Semana Santa, consumido en multiples formas (buñuelos, croquetas y tortillas). También  consumen sopas torrijas y longaniza de Pascua.

En países del Este de Europa como la República Checa y Polonia son muy populares los corderos de Pascua, que son pasteles en forma de corderos.

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Alimentos pascuales

Ante la observancia del ayuno y la no ingesta de carne durante los Miércoles y Viernes de Cuaresma, se dispara el consumo de pescado y otras recetas que en el mundo son conocidas como “alimentos pascuales”. Entre estos se encuentran el huevo, el pan y otras recetas muy peculiares.

En América

La gastronomía de Semana Santa  en nuestro continente es muy variada: se consumen tanto mariscos y pescados como sopas de vegetales, tortillas rellenas y exquisitos postres como nuestras habichuelas con dulce.