Países pequeños como RD deben ser comedidos en política exterior
El académico e internacionalista Iván Ernesto Gatón afirma que el mundo occidental queda atrás mientras otro (Asia) irrumpe en el escenario global, y sostiene que la pandemia acelera procesos que ya existían.
En un documento asegura que ocurre un cambio de era en la humanidad y que la nueva alianza entre China y Rusia desplaza en importancia al bloque occidental encabezado por Estados Unidos.
Apunta que, ante esa situación, los países pequeños como República Dominicana deben ser comedidos en su política exterior y auspiciar centros de pensamiento y observatorios geopolíticos.
Insta manejarse con la inteligencia y la prudencia que recomiendan las necesarias reflexiones académicas, hacer diagnósticos adecuados, centros de pensamiento y observatorios que trasciendan el inmediatismo político, y esclarezcan los senderos de un porvenir que necesita comprender los riesgos y amenazas que implica un cambio de era en la geopolítica global.
En ese texto expone que, en reunión en Cornualles, Reino Unido, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los demás países del G7 (Alemania, Italia, Francia, Canadá, Japón y Reino Unido), decidieron implementar “una política renovada del eje transatlántico que permita articularse frente a la alianza chino-rusa, vista como la principal amenaza al eje de un Occidente que ve en peligro sus valores, en el ámbito político y económico”.
¿Qué pasa? Gatón observa que el coronavirus dispara procesos geopolíticos ya latentes y actúa así como un acelerador de tendencias preexistentes. Dice que hay un “desorden” mundial y que la crisis produce un nuevo orden.
Afirma que la metamorfosis geopolítica del mundo contemporáneo, con una amplia adopción de la política de masas y de impresionantes avances tecnológicos, está marcada por la irrupción del Asia, un mundo postoccidental que enmarca una visión más multilateral y multicultural.
Razona que nuevos retos y desafíos señalan el innegable declive de la cosmovisión eurocéntrica impuesta en el siglo XVI, “desde esa península de la ‘Isla Mundo’ que es Europa”.