Consideró que la pandemia del covid y la guerra en Ucrania han acelerado procesos geopolíticos que ya estaban en marcha
Santo Domingo.- El académico y analista internacional Iván Gatón advirtió que el ciberespacio y la inteligencia artificial podrían llevar al mundo por los derroteros de un transhumanismo capaz de poner en peligro la existencia misma de la especie humana, como ya lo han alertado algunos científicos.
Invitado por la Alcaldía de Breña Alta, en la isla de La Palma, Islas Canarias, Gatón expresó su parecer en una conferencia que impartió sobre los principales desafíos del ambiente geopolítico global.
En la sede de dicha Alcaldía, que dirige el señor Jonathan de Felipe, el experto dominicano consideró que la pandemia del covid y la guerra en Ucrania han acelerado procesos geopolíticos que ya estaban marcha.
Dijo que esa guerra pone en evidencia el regreso de la geopolítica, «donde volvemos a ver que la guerra es utilizada como otra forma de la política», y añadió que «la geopolítica actualmente va más allá de los Estados como actores fundamentales, ya que las empresas, los lobbies, las ONG, son también actores importantes del orden geopolítico contemporáneo».
«Sin lugar a dudas, las grandes empresas multinacionales, en especial las vinculadas al ámbito tecnológico, dictarán gran parte de la agenda política a nivel mundial, y que tienen como principal activo los datos de sus millones de clientes y usuarios», sostuvo.
Los hegemones
En su conferencia, Gatón planteó que el realismo político de Hans Morgenthau es actualmente «el referente de los hegemones que juegan su partida de ajedrez por el poder mundial en el tablero de la tierra, dado que el mundo es el resultado de las fuerzas inherentes a la naturaleza, y sigue siendo motivada por el miedo (phobos), el egoísmo (kerdos) y la honra (doxa)».
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Por lo tanto, «si no se toman en cuenta estos elementos no podremos mejorar el mundo en el que habitamos», sentenció.
«Siempre que ha existido un cambio en la comunicación, se abre un amplio espectro de cambio en las sociedades humanas, y en el mundo contemporáneo, el ciberespacio, que dispone de algoritmos y la inteligencia artificial, nos lleva a reflexionar sobre la geopolítica de las redes de internet, de la geopolítica de la mente, y donde la inteligencia artificial (la red 5G no deja de ser una aplicación orwelliana, y la 6G, la inteligencia artificial aplicada al «internet de las cosas», ya en fases avanzadas de progreso en su aplicación) podría conducirnos por los derroteros de un transhumanismo que podría hacer que la existencia de la especie humana peligre, como ha sido advertido por hombres de ciencia como Stephen Hawkins», advirtió.
Reflexionó que «los fenómenos naturales que siguen incrementando sus efectos destructivos para los seres humanos, con sus consiguientes secuelas de «migraciones climáticas», las guerras y el déficit de una élite política que reivindique el ejercicio del poder como un servicio al prójimo, nos llevan a una encrucijada en la que se hace urgente emprender los cambios individuales que permitan el regreso a los hombres y mujeres del planeta de una espiritualidad y un sentido del respeto y aprecio por el prójimo que abra las puertas a senderos de acciones que hagan renacer las esperanzas perdidas, y abrazar junto a la multiforme familia humana una visión común de destino».
«Siempre, en el discurrir de la existencia de la especie humana han existido desastres naturales, guerras, gérmenes, pero, gracias al sentido de la humanidad, de la ácida y profunda reflexión de las tragedias que han entretejido las tragedias humanas, ha sido posible derrotar el miedo (phobos) y el egoísmo (kerdos), teniendo la honra (doxa), de haber existido como un ser digno de ser apreciado mientras se existe y rememorado, luego de haber fallecido», anotó.
A su entender, los desafíos que tiene el mundo sólo pueden en enfrentarse reivindicando y tomando como punto de partida para transformar la realidad, lo dicho por Terencio: «Soy hombre, por tanto nada humano me es ajeno».