PARIS (EFE).- El argentino Gastón Gaudio, que ayer se impuso en la final de Roland Garros a su compatriota Guillermo Coria, afirmó que no se creía que podía ganar un Grand Slam y que hasta dentro de unos días no se dará cuenta de lo que significa en su carrera este triunfo.
«No sé cuanto va a cambiar esto mi vida. No me lo creo todavía. Quizás dentro de unos días me daré cuenta de lo que significa. Ha sido demasiado, nunca pensé que podía ganar un Grand Slam», aseguró el tenista minutos después de haberse impuesto en la final de Roland Garros a Coria por 0-6, 3-6, 6-4, 6-1, 8-6.
El bonaerense se mostró feliz «por haber podido hacer realidad el sueño» de toda su vida y dedicó el triunfo a toda su familia y ha toda la gente que le ha ayudado.
«Durante mucho tiempo me han criticado, sobre todo después de la eliminatoria de Copa Davis de Málaga (en la que Argentina perdió contra España) y eso me dio fuerzas, fue como una revancha, porque entonces sufrí mucho. Todo lo que sufrí en ese momento, lo disfruto ahora», dijo.
Tras aquella eliminatoria, Gaudio fue muy criticado en su país e incluso el presidente de la Federación Argentina, Enrique Morea, señaló que el jugador no estaba «mentalmente preparado» para jugar al tenis.
Pero el jugador también se acordó de todo el sufrimiento que ha tenido en su carrera, «que no es mayor que el de otros tenistas».
«Los viajes que tienes que hacer sin poder ver a tu familia, a tus amigos, las veces que te quedas sin poder salir. Pero también los torneos que no puedes disputar por falta de dinero para viajar, el dinero que tienes que pedirle a tus abuelos. Todo ese sacrificio te permite estar en la pista más fuerte que otros», afirmó.
Todo ese sufrimiento se tornó en felicidad cuando ganó el torneo, «un sueño de niño», y recibió el Trofeo de los Mosqueteros de manos de Guillermo Vilas, el único argentino que había ganado en París hasta ahora, y de John McEnroe.
«Fue como estar en el paraíso», dijo Gaudio, que reiteró que juega al tenis «gracias a Vilas».
«Pero no creo que lo vaya a reemplazar como hito del tenis, él hizo su carrera y dio mucho al tenis argentino, lo mío es otra cosa», aseguró.
Gaudio está deseando llegar a Buenos Aires para celebrar el título con su familia y con sus amigos, a los que pidió que no viajaran a París por superstición y porque no quería cambiar nada de la formación que había hecho en las últimas semanas.
También quiso dedicar su triunfo a Diego Maradona, «porque él nos ha hecho disfrutar mucho y si podemos ayudarle con una alegría pues es bueno».
El bonaerense se mostró satisfecho por el cambio que ha realizado en su juego en los últimos meses, desde el pasado torneo de Barcelona en el que perdió la final contra el español Tommy Robredo.
«Desde entonces me sentí mejor, recuperé mi mejor juego, el que había tenido hace dos años. Luego en Dusseldorf hice un partido en el que me sentí muy bien», aseguró.
Destacó la ayuda que ha recibido de un psicólogo con el que trabaja desde hace unos años y que le ha enseñado «a disfrutar del tenis, cuando antes pensaba que era sólo sufrimiento».
Sobre el partido de hoy, Gaudio afirmó que «ayuda» jugar contra alguien lesionado, en referencia a Coria, quien a partir del tercer set estuvo mermado físicamente por calambres.
«Cuando vi que no podía correr pensé en el quinto set. Luego yo estaba acabado, pero tuve suerte en salvar dos bolas de partido. Todavía no sé como gané», afirmó.
Sobre su rival, aseguró no sentir «ni piedad ni compasión» y aseguró que para jugar al tenis «hay que estar preparado mental y físicamente».
Indicó que tanto Coria como David Nalbandian, dos tenistas que en otras ocasiones calificó de «galácticos», ganarán algún día Roland Garros, «porque tienen talento para ello».
«En cualquier caso, Argentina no tendrá que esperar otros 27 años para ganar aquí», dijo.