Washington. EFE. El Pentágono puso ayer oficialmente fin a su política de 1993 que prohibía a soldados que se declararan homosexuales pertenecer al Ejército y que obligó a la expulsión de más de 13,000 miembros de las Fuerzas Armadas.
El presidente Barack Obama elogió la abolición de la política conocida como no te preguntan, no lo digas (Don’t ask, Don’t tell, DADT), al igual que líderes del Congreso y grupos cívicos.
Hoy hemos dado otro gran paso para mantener a nuestras Fuerzas Armadas como las mejores del mundo y para cumplir los ideales fundacionales de nuestro país, dijo Obama en un comunicado emitido por la Casa Blanca desde la ONU, donde el mandatario participa en reuniones de alto nivel.
Obama rindió homenaje a los patriotas que lucharon por ese cambio, los legisladores que lo aprobaron en diciembre pasado, los líderes que organizaron una transición sin incidentes, y al profesionalismo de los soldados que demostraron su voluntad de avanzar como equipo para cumplir las misiones que se les asignen». Mientras, el secretario de Defensa, Leon Panetta, dijo que es un día histórico para el Pentágono y para la nación y, con la revocación de DADT, EE.UU. se acerca más a la meta de igualdad de oportunidades y dignidad para todos estadounidenses».
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Vendrán cambios
El levantamiento de la prohibición supone un cambio sustancial en el Pentágono, después de la integración racial y la inclusión de las mujeres en las Fuerzas Armadas. La medida DADT obligaba a los soldados homosexuales a llevar una doble vida.