Gazapos en el aire

Gazapos en el aire

EDGAR REYES TEJEDA
Resulta virtualmente inevitable que los locutores, sobre todo comentaristas y lectores de noticias, obligados por su trabajo a hablar y a hablar durante horas; cometan de vez en cuando errores de pronunciación o equívocos sintácticos que enreden o distorsionen el sentido de lo que dicen , dando lugar muchas veces a disparates, construcciones verbales equívocas o fragmentos risibles o bochornosos.

La historia radiofónica de cualquier lugar o época, posee sin duda un abundante repertorio de gazapos locutoriles, muchos de los cuales son de antología, como los que he encontrado en un capitulillo del libro “Días de Radio”; algunos de los que transcribo a continuación:

“Dentro de veinticinco noticias, más minutos”; “Las víctimas fallecieron totalmente”; “Existen gran cantidad de muertos enterrados vivos entre los escombros”; “Uno de los muertos sobrevivió en el acto”; “El motociclista fue internado en estado de gravidez”; “El muerto buscó refugio en el zaguán, después de un violento tiroteo”.

Estas incongruencias que suelen ocurrir por distracción, fatiga o descuido del comentarista o informador alteran bruscamente el discurso del emisor y son recibidas con regocijante sorpresa o divertido talante por el público receptor que los incorpora al amplio acervo de chistes y anécdotas que dan color y gracia a la deliciosa habla popular.

Entre otros gazapos locales, recuerdo el que se cuenta de cierto locutor musical que al presentar al Mayimbe, en vez de presentar a Fernandito Villalona dijo “Fernandona Villalito”; o el de aquel locutor de la Era de Trujillo, de quien se refiere que al encontrar en el texto noticioso el nombre del Papa Pío XII, interrumpió la lectura bruscamente para decir luego de un angustioso bache “El Papa Pío equis y dos palitos”; lo cual, de ser cierto le habría acarreado con toda certeza el despido inmediato.

TRANSITANDO EL DIAL

Leí en estos días uno de esos breves comentarios en que un lector interactivo se quejaba de las conversaciones insinuantes que mantienen algunos locutores con sus oyentes; luego de lo cual el opinante demandaba que la Comisión de Espectáculos Públicos y Radiofonía pusiera atención e impusiera sanción a estas prácticas.

Ciertamente he escuchado diálogos muy sugerentes y osados entre locutores y oyentes, en los cuales los matices eróticos resultan evidentes, con lo cual estos exhibicionistas verbales convierten a los radioyentes en testigos involuntarios de unas aproximaciones que fingidas o verdaderas son realmente impropias.

Escuché por casualidad el programa “Justo ahora”, que producido y conducido por el locutor y compositor Ismael Olmos, se difunde desde hace poco a través de Quisqueya FM, los sábados en la mañana.

En este espacio Ismael trata temas humanos y edificantes e intenta resaltar las trayectorias constructivas y altruistas de personalidades destacadas en diversos ámbitos de la vida nacional.

Deseo el mayor de los éxitos a este inquieto y entusiasta compueblano.

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