Resulta fácil argumentar que Lou Gehrig es el mejor primera base de todos los tiempos en las Grandes Ligas.

El ex miembro de los Yanquis de Nueva York permaneció por 17 temporadas en las mayores y lo único que hizo fue demostrar que está entre la élite de los jugadores de la historia.

Es más, Gehrig sólo es apocado por Babe Ruth, El Bambino, considerado como lo mejor de lo mejor cuando se habla sobre el béisbol.

Acumuló 13 campañas de promedios sobre .300 y concluyó su carrera con average de .340. En cuanto al poder, también se comportó como una bestia.

Gehrig sobrepasó los 30 cuadrangulares en 10 ocasiones, quedándose con ese liderato tres campañas. Además de su excelente bateo, El Caballo de Hierro fue excelente con el guante aunque para la fecha no se otorgaba el premio Guante de Oro.

Sin embargo, sus porcentajes de fildeo dejan en evidencia que Gehrig era una especie de aspiradora en la primera base.

Quizás suene descabellado, pero las estadísticas ofensivas y defensivas de Albert Pujols no dejan otra elección que ubicarlo segundo en el ranking.

El dominicano debe ser considerado el número dos de todos los tiempos cuando se aborden los inicialistas, ya que su promedio de bateo de .328 y sus dos Guantes de Oro son algunos de los puntos luminosos que lo hacen merecedor de tal reconocimiento.

Usted podría cuestionar que el jugador de 31 años no inició su carrera como defensor del primer cojín o que es muy prematuro para hacer esa afirmación tan espeluznante de que es el segundo mejor de la historia del juego.

Sin embargo, hay que tomar sencillamente los números del nativo de Santo Domingo para darse cuenta de que ha sido el mejor inicialista en sus ocho temporadas seguidas que tiene como titular de la posición y nadie, ni ex jugadores ni contemporáneos, son tan determinantes como él.

Es más, si la carrera del líder de los Cardenales de San Luis terminara hoy, por cualquier razón, quién dudaría que deba ser exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown. Nadie.

Es que se pueden mencionar peloteros que fueron o son superiores a Pujols con el guante, pero eso no demuestra que el dominicano es un mediocre.

Pujols es un inmejorable defensor. Además, es de los inicialistas que tienen más habilidades para cubrir gran terreno y lidiar con los disparos que llegan de piconazo.

Recuerden que debutó como tercera base, situación que le favoreció para adaptarse a su rol actual.

Ahora sólo aclararemos su valía ofensiva como primera base, tomando en cuenta sus participaciones ocasionales durante sus primeros tres años en las mayores.

Pujols mantiene un promedio de .325, 40 cuadrangulares y 115 carreras impulsadas durante sus ocho años como primera base titular. Eso deja bastante claro que debe ser el número dos del top-cinco.

La tropa de los mejores inicialistas la completan Rafael Palmeiro, Eddy Murray y Mark McGwire, jugadores que siempre mantuvieron un nivel fuera de serie.

El cubano Palmeiro está en dudas de que entre por el momento al nicho de los inmortales, pero es bueno puntualizar que eso no tiene que ver nada con su producción en el terreno. Es por cuestión de mentirle a un gran jurado de Estados Unidos por el uso de sustancias prohibidas.

Palmeiro se caracterizó por conseguir al menos 60 extrabases por temporadas, además de enseñar una defensa impecable en la primera base.

 Su influencia defensiva fue tan asombrosa, que en 1999 sólo jugó 28 partidos en la inicial y aún así ganó uno de sus tres  premios al Guante de Oro.

Cuando se evalúa su carrera en un promedio de 162 partidos por año, Palmeiro arroja estadísticas  respetables. Average de .288, 33 vuelacercas y 105 empujadas.

El número cuatro en la lista de los mejores inicialistas es Murray, el segundo bateador ambidextro en llegar a los 500 cuadrangulares. El primero en hacerlo fue Mickey Mantle.

 Murray se destacó con los Orioles de Baltimore desde su debut en 1977, temporada en la que se alzó con el premio de Novato del Año.

 Luego de ahí, consiguió 15 campañas más donde superaba al menos los 20 cuadrangulares.

Murray concluyó su trayectoria en las mayores con 1,913 carreras empujadas, para ubicarse en el puesto número nueve de todos los tiempos. Sólo es superado por  Hank Aaron  (2,297),  Ruth (2,213), Cap Anson  (2,075),  Barry Bonds  (1,996),  Lou Gehrig (1,995), Stan Musial (1,951),  Ty Cobb (1,938) y  Jimmie Foxx (1,922).

Murray dominó dos patas de la triple corona en 1981 y se considera como uno de los grandes bateadores en momentos de presión. Remolcó más de 100 carreras en seis campañas. 

Las claves

1.  Mark McGwire

El ex toletero de los Atléticos de Oakland y Cardenales de San Luis  fue escogido como número cinco entre los mejores inicialistas de las mayores. La decisión se basa en que el nativo de Pomona, California, se convirtió en un terror para los lanzadores contrarios, además de que poseía una defensa sobre el promedio. Muestra es que consiguió el premio al Guante de Oro en la campaña de 1990, gracias a un porcentaje de  fildeo de .997. En sentido general, concluyó con .993 en 1,763 partidos.

  2.  Temible

Su carta de presentación son sus 583 bambinazos. McGwire conectó al menos 30 jonrones en 12 de sus 16 campañas que participó en las Grandes Ligas. Sus problemas severos en la espalda hicieron que dejara el béisbol cuando aún podía dar más en el terreno de juego.

Dio tanto temor sobre el plato, que consiguió más de 100 boletos en cinco campañas. Su mayor total fue en 1998, al totalizar 162. ¡El uso de sustancias prohibidas es otro tema!