Genera la calma en Haití

Genera la calma en Haití

PUERTO PRÍNCIPE (EFE).- Las principales ciudades haitianas amanecieron ayer en calma tras las protestas contra el gobierno del presidente Jean-Bertrand Aristide durante el Bicentenario de la Independencia, mientras la oposición prepara un modelo de transición política sin el actual mandatario.

Emisoras locales de Gonaives, en el centro-oeste de Haití, informaron hoy de que una persona murió y dos resultaron heridas de bala al reprimir la policía una manifestación celebrada ayer viernes contra el régimen de Aristide.

En Gonaives, donde las protestas se han producido casi a diario en las últimas semanas, reinaba hoy una tensa calma mientras las calles permanecen custodiadas por numerosos efectivos policiales.

Los haitianos han vivido un clima de incertidumbre durante los últimos tres meses, en los que han arreciado las protestas contra Aristide.

Un muerto

Una persona murió por una herida de bala el viernes en Gonaives, en el noroeste de Haití, donde siete simpatizantes de un movimiento de la oposición habían sido heridos la víspera en un enfrentamiento con la policía, dijo a la AFP un periodista local.

La persona asesinada fue alcanzada por tiros de la policía, según testigos, cuando éste intercambiaba disparos con miembros del Frente de Resistencia revolucionario de la Artibonite.

El Frente tiene como origen el llamado «ejército caníbal», un grupo armado otrora cercano al poder, que se pasó a la oposición tras el asesinato de su jefe Amiot Métayer. El grupo reclama la renuncia del presidente Jean Bertrand Aristide.

Siete simpatizantes del Frente habían sido heridos el jueves en un intercambio de disparos con la policía, en el marco de una manifestación contra el gobierno.

Los últimos incidentes llevan a 37 la cantidad de muertos y a 92 los heridos desde el 23 de setiembre, el día siguiente del descubrimiento del cadáver de Métayer.

Diversos sectores del país, cobijados bajo la coalición Convergencia Democrática (CD), se reunieron el viernes e insistieron al término de la cita que la única salida a la crisis política haitiana es el abandono del cargo y del país por parte de Aristide, y rechazaron cualquier forma de negociación con el gobernante.

Para el grupo, que aglutina a diversos sectores políticos de oposición y civiles del país, lo único que logrará detener la violencia en el país más pobre de América es la salida de Aristide.

El presidente prometió el pasado día 1, en un discurso con motivo del Bicentenario del nacimiento de la primera república negra del mundo, que durante el año que empieza se celebrarán elecciones legislativas y anunció un plan de desarrollo integral hasta 2015, con el fin de paliar la crítica situación social de Haití.

También se comprometió a mejorar los servicios sociales a la población; reducir la mortandad infantil, la desnutrición y la epidemia de sida, y aumentar la escolarización infantil.

El presidente abogó porque el futuro político pase por las urnas y no por un golpe de estado, como ha sido tradición histórica.

Una de las propuestas presentadas ayer por CD es que si Aristide deja el poder, el país quedaría en manos de un presidente interino elegido entre los miembros de la Corte Suprema de Justicia.

También propuso cambios en la estructura de la policía, incluyendo la selección de un director general y un inspector general, que a su vez serían confirmados por un Consejo provisional compuesto por nueve jueces y por el presidente interino, que se haría cargo temporalmente del gobierno durante dos años.

Este consejo sería designado por el llamado «Concilio Electoral», en el que están integrados representantes de la oposición.

Durante la eventual transición, el presidente interino garantizaría a los ciudadanos la seguridad, se liberarían a los presos encarcelados injustamente, se establecería un plan urgente de desarrollo económico, y se intentaría mejorar las condiciones generales de vida de la población.

Este gobierno de transición también tendrá que instalar un Consejo Electoral provisional, y brindar ayuda para reforzar las bases de los partidos políticos y de las instituciones de la sociedad civil.

Evans Paul, dirigente de CD, dijo a los periodistas que la oposición está comprometida a trabajar con «la sociedad civil y sus diversos sectores, con las organizaciones de trabajadores, campesinos y mujeres».

Garantizó que si Aristide -cuyo mandato termina en 2006- abandona Haití presionado por las protestas no habrá más caos en el país caribeño.

Aristide, un sacerdote salesiano cuyo discurso a favor de la causa del pueblo y contra la oligarquía le atrajo el apoyo popular, llegó a la presidencia en 1990.

Un golpe militar le mandó en 1991 al exilio hasta que en 1994 fue instalado de nuevo en la Presidencia tras una breve intervención militar estadounidense.

Volvió al poder en 2000, en una elección que varios sectores del país calificaron de «fraudulenta», mientas ahora sus detractores le acusan de haberse aliado a la oligarquía que antes criticaba.

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