POR ELIAS RUIZ MATUK
El ex comandante de la Tercera Brigada de Infantería del Ejército Nacional, general retirado Julio Rafael Molina Suazo, dijo ayer que enfrentará en los tribunales cualquier acusación de complicidad en el trasiego de 1,454 kilos de cocaína de que es víctima, relativo al caso del ex capitán Quirino Paulino Castillo.

Al atribuir la acusación a motivaciones políticas, Molina Suazo manifestó que  hace ocho meses que  fue interrogado con relación al trasiego de drogas  y que “en esa ocasión soporté una auditoría y no encontraron nada, porque en mi vida he practicado ser diáfano y coherente”.

“Aquí hay coroneles, mayores y generales que no aguantan una auditoría”, sostuvo, tras insistir  en que la acusación de que es víctima tiene matices políticos, ya que se desempeñó como funcionario del gobierno de Hipólito Mejía y trabajó con la vicepresidenta Milagros Ortíz Bosch durante dos años. “Además, otra cosa: están buscando un chivo expiatorio, pero les vamos a responder en los tribunales”, expresó.

Molina Suazo dijo que fue el primer sorprendido al conocer la acusación de que es víctima ante la Juez del Quinto Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, como cómplice en un expediente en el que también es acusado el presunto narcotraficante Paulino Castillo y el ex jefe de la avanzada presidencial, coronel retirado Pedro Julio (Pepe) Goico Guerrero.

Afirmó que durante un año y siete meses que se desempeñó como jefe de la Tercera Brigada de San Juan de la Maguana, nunca vio a Paulino Castillo.

“Es más, cuando a mí me hicieron el interrogatorio  se descubrió que el trasiego de la droga se hizo a través de una naviera, por lo que eso me hizo sentir más tranquilo”, indicó, lo que afirmó se debe a que fue responsable del área del Sur, pero que nada tuvo que ver con los puertos en el país.

Indicó que el trasiego de esa droga se llevó a cabo a través del puerto de Haina Occidental “y yo tengo más de ocho años que no cruzo por ese muelle”.

Afirmó que la mayoría de los miembros del Ejército Nacional y las Fuerzas Armadas pasan por los muelles al asumir cargos en los departamentos de Inteligencia del Ejército (G-2), las Fuerzas Armadas (J-2), así como Autoridad Portuaria Dominicana (APD) “y yo nunca presté servicio en ninguno de los muelles”.

Molina Suazo se desvinculó totalmente del caso y dijo que solo espera el juicio para demostrar su caso y que trata de localizar al doctor Enrique García, juez presidente del Comisionado para la Reforma y Modernización de la Justicia, para que le sirva como su abogado defensor.

Indicó que declarará todo lo que pueda saber del caso, porque  permaneció 30 años en el Ejército Nacional “y estas manos nunca se ensuciaron”.

Indicó que en el año 1998, como vio que su carrera militar estaba llegando a su final, se puso a estudiar y se hizo abogado en el año 2003, de lo que dijo vive ahora.

Afirmó que cuenta con una patenta que data del 1994 donde tenía una tienda de licores, una banca hípica en la que le iba muy bien en el negocio pero que tuvo que cerrar porque otra persona se lucraba del mismo.

El fiscal del Distrito Nacional, José Manuel Hernández Peguero, pidió a las Oficinas Coordinadora de los Juzgados de la Instrucción del Distrito Nacional apoderar a un tribunal que fije el día y la hora para conocer el juicio preliminar del expediente en el que, además, están acusados la esposa de Paulino Castillo, Belkis Elizabeth Ubrí Medrano y otras ocho personas.