POR DIEGO PESQUEIRA
El director de Prisiones, general Juan Ramón de la Cruz Martínez, recomendó ayer la demolición de la cárcel de La Victoria, donde guardan prisión 3,400 reclusos, porque el lugar corre el peligro de inundarse en la temporada ciclónica o cuando ocurren copiosas lluvias.

Empero, admitió que actualmente esa prisión debe permanecer abierta, por lo que las autoridades deben estar alertas para resolver cualquier situación de peligro.

De la Cruz Martínez recordó que en varias ocasiones el recinto ha sido prácticamente sepultado por las aguas y causado la muerte de presos, que ante la desesperación tienen que subir al techo.

Manifestó que en medio de esta situación, algunos reclusos han tratado de escapar y entonces los custodias han tenido que dispararles.

Se recuerda que en septiembre del año 1998, con el paso del huracán Georges, las aguas inundaron por completo el penal y causaron la muerte de decenas de reclusos.

En esa ocasión, las autoridades prometieron la demolición de la cárcel, pero hasta la fecha lo único que se ha hecho es remodelar y agregar algunos espacios.

MEJORAN CONDICIONES RECLUSOS

El general De la Cruz Martínez dijo que el procurador general de la República, doctor Francisco Domínguez Brito, está consciente de la realidad del penal, pero que lamentablemente no pueden tirar los 3,400 reclusos a las calles, por lo que se lleva a cabo un programa de reformas, reeducación y mejoría de las condiciones de vidas de los procesados.

Manifestó que se remodeló y adecuó el comedor y la cocina del penal, donde según añadió, se preparan alimentos para 2,000 reclusos.

«Ahora se les suministra a los presos desayuno, comida y cena, con alimentos de calidad, situación que cuando llegamos, en agosto pasado, era totalmente diferente, puesto que sólo se les daba comida de mala calidad», precisó.

Sostuvo que también se mejoraron las condiciones del hospital, donde se encuentran los presos enfermos, pero no a aquellos que pagan para obtener un espacio privilegiado.

COLMADOS, MAL NECESARIO

Al referirse a los colmados que operan dentro del recinto, el general De la Cruz Martínez dijo que se impuso a los propietarios que debían tener un margen de beneficio que no exceda el 15%.

Explicó que de esta manera se protege a los reclusos que no pueden comer en el comedor.

Empero, adelantó que en el futuro estos negocios desaparecerán, debido a que la ley 224, sobre prisiones, los prohibe.