Generales en contra de Casa Blanca por gays en el ejército 

Generales en contra de Casa Blanca por gays en el ejército 

Washington, (AP) — En un claro rechazo a los altos dirigentes del Pentágono, los jefes del Ejército y de la Infantería de Marina pidieron el viernes al Congreso que no se permita que las personas abiertamente homosexuales sirvan en las fuerzas armadas, o por lo menos que no lo hagan mientras haya soldados en guerra en Afganistán.  

Los generales refutaron públicamente a sus propios jefes y la Casa Blanca, argumentando que es demasiado arriesgado cambiar la política ahora. Eso le dio argumentos políticos a los congresistas republicanos que tratan de mantener vigente la prohibición que no permite alistarse a los homosexuales declarados, ni tampoco hacer preguntas sobre la preferencia sexual de los integrantes de las fuerzas armadas.  

“Es importante que tengamos claro los riesgos militares”, dijo el general George Casey, el oficial de más alto rango del Ejército.   La “Derogación de la política sería un gran cambio cultural y de políticas en medio de una guerra”, agregó Casey.  

El presidente Barack Obama prometió eliminar una política que según afirma es discriminatoria y pidió al Congreso que derogue la ley, que tiene 17 años de vigencia en el presente año.  

Sin embargo, las posibilidades de que esto ocurra son escasas para empezar y se diluyeron aún más después de la evaluación contundente que hicieron el viernes los generales, quienes señalaron que eliminar la prohibición acabaría con los estrechos vínculos de los soldados en las trincheras. Los demócratas prometieron realizar una votación en este mes.  

Tanto Casey como el comandante general de la Infantería de Marina, el general James Amos, menoscabaron el argumento el secretario de la Defensa, Robert Gates, en el sentido de que un cambio de política así no sería excesivamente peligroso. Sus puntos de vista fueron los más atendidos debido a que el Ejército y los infantes de Marina están librando la mayoría de los combates en Afganistán, e hicieron lo mismo en Irak.  

Los generales reconocieron, sin embargo, que contar con personas abiertamente gays en el servicio de las fuerzas armadas era probablemente inevitable y restaron importancia a las sugerencias de que disminuiría el reclutamiento o que un gran número de soldados renunciaría al servicio cuando ocurriera esto.  

Sin embargo, advirtieron que puede ocurrir una agitación social entre las unidades, que trabajan íntimamente porque viven y luchan codo con codo durante meses en el frente de batalla.  

El retirar la prohibición no sería tan fácil o seguro tal como lo sugiere un estudio del Pentágono que fue publicado esta semana, indicaron los generales.

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