Dos millones de palestinos en Gaza son víctimas de genocidio
La Franja de Gaza, el único baluarte palestino firme contra la limpieza étnica y el diabólico y criminal genocidio liderado por el nefasto primer ministro israelí Benjamín Nethanyahu, es sometido a inhumanos bombardeos, destruyendo edificaciones, saturando el terror a sus dos millones de habitantes, y hacinando en pleno auge de covid, a dos millones residentes en el heroico reducto palestino.
Desde que Ismael Haniyeh, el único gran líder palestino viviente ganó las elecciones en 2007, Israel ha cercado el baluarte de Gaza por aire, mar y tierra, en cuatro operaciones criminales idénticas a la actual, destruyó importantes claves infraestructuras, inclusive la única termoeléctrica, suministrándole a cuenta gotas energía, traducido en grave riesgo hospitales gazatíes.
Haniyeh, en consecuencia, es el único solitario interlocutor a quien la ONU y el enviado para Oriente Próximo del presidente Joe Biden deben acudir, no Mahmud Abás, inerme líder de Cisjordania, pero desde el principio de Haniyeh asumir el poder en 2007 en Gaza, fue declarado terrorista por EEUU, condición que deja desierto e infértil el terreno del diálogo, con miras para concertar un alto al fuego y arribar a un entendimiento decente y humanitario.
Esa genuina aspiración que estructura la lógica y el sentido humanitario para una asediada y carenciada población palestina de dos millones en Gaza, es desvirtuada tozudamente por el sionismo, propiciando un Gran Israel o Creciente Fértil, sin palestinos, conforme original tesis de David Ben Gurion y Golda Meir.
Dos millones de palestinos en Gaza son víctimas de genocidio por comisión de Israel, y omisión por todos los líderes del mundo, que irresponsablemente por miedo o por el estiércol del diablo controlado por judíos de Wall Street, han dejado solo el heroico único baluarte palestino y a su cojonudo líder Ismael Haniyeh.