Barcelona, España. EFE.- El genoma de los humanos y los ratones comparten un ‘lenguaje’ común, lo que permite estudiar el origen de enfermedades comunes, aunque la evolución del ADN y la expresión génica de las dos especies ha sido muy diferente.
Estos datos se desprenden de una investigación del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona (España) que este jueves publicará la revista Nature.
La investigación del CRG, liderada por Roderic Guigó, en colaboración con el grupo dirigido por el doctor Thomas R. Gingeras, del Cold Spring Harbour Laboratory de Estados Unidos, ha hecho una descripción exhaustiva de los elementos funcionales del genoma de los ratones y los ha comparado con el genoma humano.
Según Guigó, la comparativa entre humanos y ratones “nos ofrece una mejor comprensión de la biología de los mamíferos y su evolución, así como también aporta nueva información sobre el uso de ratones como animal modelo para el estudio de enfermedades humanas».
El trabajo descubre las claves que podrían explicar por qué algunos procesos y sistemas en los ratones, como el sistema inmunitario, el metabolismo y la respuesta al estrés, son tan diferentes cuando se trata de los humanos.
De comparar las partes funcionales del genoma del ratón y de los humanos han surgido un conjunto de datos, ahora a disposición de la comunidad científica, que, según los investigadores, será relevante para la investigación en la biología de los mamíferos y para estudiar los mecanismos de las enfermedades humanas.
“El ratón es uno de los modelos más usados para estudiar la biología humana, para crear modelos de enfermedades humanas y para probar nuevos fármacos y terapias. Nuestro estudio valida en buena parte la utilidad de este modelo animal y ofrece un enorme apoyo para su uso en enfermedades humanas”, explicó Guigó.
“Hemos encontrado que hay muchos procesos celulares que están muy conservados en ambas especies, por ejemplo, en el desarrollo embrionario. Conocer estas similitudes nos permitirá hacer estudios más precisos de biología humana”, añadió el también coordinador del programa Bioinformática y Genómica del CRG.
Alessandra Breschi, coautora del trabajo en el CRG, explicó que “hemos descubierto que el transcriptoma en humanos y ratones tiene elementos conservados y otros divergentes. Sorprendentemente hemos visto que las diferencias son mayores entre especies que entre tejidos, cuando inicialmente pensábamos que la actividad de los genes en tejidos iguales sería similar».
Los investigadores afirman que al comparar los dos genomas, han encontrado que hay un “lenguaje” común que usan las células a nivel molecular, pero que es tremendamente flexible y ha variado mucho a lo largo de la evolución.
“Por ejemplo, si habláramos de circuitos eléctricos nos encontraríamos que hay cables, enchufes, interruptores. Combinando las piezas de una manera u otra, obtendríamos circuitos muy diferentes, como ocurre entre ratones y humanos, aunque los mecanismos básicos que gobiernan el funcionamiento estén basados en la misma metodología y recursos disponibles”, concluyó Guigó.