Gente Cuando el amor a las orquídeas es rentable

Gente Cuando el amor a las orquídeas es rentable

Aunque no seas amante de las flores, una vez adentro te conviertes en uno debido a la paz, color y bienestar que están impregnados en el nombre de su cuidadora Ruth López Ramos y en su tienda Orquidomus.
Después de vivir 20 años en Estados Unidos donde se desenvolvió como personal shopper en la prestigiosa tienda neoyorquina “Neiman Marcus”, y siendo la número uno en su departamento, decide regresar a su país, República Dominica.
Sin ninguna idea en mente, Ruth López viene de retirada a su país, sin imaginar que 11 años después de residir en él se dedicaría, a tiempo completo, al negocio de la comercialización de orquídeas. Y es que, como ella misma cuenta, no viene de una familia que se dedicara a este negocio.
Expresa que gracias a una amiga que le regaló una orquídea de la variedad Dendrobium (su primera orquídea) es cuando empieza a sentir pasión por estas plantas de belleza extraordinaria.
“Pero no es hasta que mis cuatro hijos hicieron sus vidas en Estados Unidos que decido poner oficialmente esta tienda, Orquidomus” dice doña Ruth. Por lo que se podría decir que disponer de más tiempo libre la empujó a este quehacer que se ha convertido hoy en día en parte fundamental de su vida.
Sentada cómodamente en un sofá de la sala de estar de su negocio y vestida completamente de blanco, López narra a Rostros que su esposo Jorge Ramos es un gran apoyo en su vida y, por supuesto, en su negocio, pues la ayudó a dar sus primeros pasos en el oficio de las orquídeas y hoy en día es su principal colaborador, ya que además de estar con ella en Orquidomus, es quien se hace cargo del establecimiento cuando ella anda en la gratificante experiencia de buscar ejemplares exóticos de estas plantas por todo el mundo.
Mariana, George, Tomas y César, son sus hijos, los cuatro se graduaron en diversas universidades de Estados Unidos, como la Morgantown West Virginia, Penn State University en Pennsylvania, FIU University en Miami y Temple University en Philadelphia. Aunque ninguno se dedica al trabajo de las flores, admiran y apoyan su trabajo.
A doña Ruth no solo le gustan las flores, sino también la cocina, a tal punto que realizó un curso en The Restaurant School of Philadelphia por un año, lo que le permitió, confiesa con manifiesta alegría, conocer la gastronomía francesa.
“Todo lo que hago me gusta hacerlo con entrega y amor, incluso, después de 16 años que tengo en el país aun los clientes del Neiman Marcus preguntan por mi”, y una gran sonrisa aflora a sus labios.
Su pasión por las orquídeas es tanta que en su finca del kilómetro 22 de la Autopista Duarte tiene alrededor de 25,000 de innúmeros colores y variedad.
“Cada orquídea tiene un cuidado diferente, las catleyas por ejemplo prefieren morirse de sed a que tú le eches mucha agua, porque se pudren, lo contrario ocurre con las vandas de sol, que hay que echarles agua todos los días y si es en verano, dos veces al día”.
Esta apasionada de las orquidiaceas siempre se encuentra viajando a la “caza de orquídeas”, como ella lo denomina y nutriéndose de información que le ayude a darle lo mejor a su clientela. Y darle lo mejor a su clientela no es más que proveerles de plantas saludables, de buen florecimiento y una variedad tan amplia, que hace que los seguidores de este preciado género acudan a Orquidomus a satisfacer su aficción a las mismas.

Publicaciones Relacionadas