POR UBALDO GUZMAN
El geólogo Osiris de León dijo ayer que la excavación a cielo abierto en la avenida Correa y Cidrón, como parte de los trabajos del Metro de Santo Domingo, debió hacerse al norte de la avenida José Contreras, para evitar la arcilla y la arena predominantes en la zona.

Reiteró que la obra confrontará dificultades porque no se hicieron los estudios geológicos pertinentes.

Recordó que cuando la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) excavó en la Correa y Cidrón, hace dos semanas, la presencia de arena provocó agrietamiento de las paredes, por lo cual se colocó hormigón.

Cuando se va a excavar una trinchera abierta, planteó, lo primero que hay que tomar en cuenta son múltiples viviendas en los alrededores, las cuales están generando una presión sobre el suelo.

Explicó que el tramo de la Correa y Cidrón entre la calle Elvira de Mendoza y una calle antes del Dominico-Americano, las características del suelo son las mismas, lo que va a implicar que el trabajo marche muy lento para garantizar a los vecinos que no se va a generar un colapso.

Expresó que los primeros seis metros más superficiales en la Zona Universitaria están dominados por arena y arcilla.

A su juicio, lo correcto hubiese sido estudiar la zona de la Correa y Cidrón, caracterizar los tramos más complicados y manejarlos por segmentos cortos, estabilizarlos y terminar su obra.

“La preocupación de los vecinos es que si llueve mucho, como ocurrió ayer, y la trinchera está abierta, todo colapsa y las viviendas del lado pueden también colapsar”, sostuvo.

El coordinador de la Comisión de Ciencias Naturales y Medio Ambiente de la Academia de Ciencias dijo que habla de la zona con conocimiento de causa, debido a que ha hecho estudios de suelo para la Torre Administrativa de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, edificio de parqueos y el hospital oncológico que se construye.

Sostuvo que cuando se trabaja con arena y arcilla se debe tener mucho cuidado, “porque eso tiende a producir un derrumbe y nadie quisiera eso”.

Cree que una alternativa hubiese sido moverse al norte el Metro y pasar justo al norte del farallón de la avenida José Contreras, donde existe una roca caliza de calidad.

Expresó que cuando se acostumbra a excavar en la roca, ésta se puede cortar verticalmente y puede tener cualquier carga al alrededor y resiste.

Entrevistado en el programa Uno +Uno, que se transmite por Teleantillas, De León dijo que el Metro no estará terminado para el 27 de febrero del próximo año, debido a que todavía falta el grueso de la obra y la inversión.

Reiteró que el Metro costará RD$55,000 millones, de los cuales se han gastado cerca de RD$7,000 millones.

Expresó que debido a la falta de estudios geofísicos en Villa Mella, las pilas se empezaron a construir en el 2005 se torcieron y se agrietaron, por lo cual hubo que demolerlas.

“En el puente sobre el río Isabela se construyeron una serie de columnas de hormigón armado, porque cuando hicieron las pruebas de carga ninguna de las columnas pasó la prueba de carga”, expresó.

A su juicio, el secretismo del Metro radica en el monto que está envuelto en la obra. “Si usted le dice en el 2005 que se va a gastar RD$55,000 millones en un Metro, naturalmente que todo el mundo se va a quejar en un país donde no hay suficiente pupitres, ni medicinas en los hospitales”, señaló.

Expresó que la OPRET dijo al principio que se iba a gastar US$32 millones por kilómetro y después lo aumentó a U$S50 millones, cuando en realidad todos los metros en cualquier parte del mundo rondan cerca de US$100 millones el kilómetro.

“El secreto radica en que no quería que el país se enterara cuál era el costo, además no había un estudio que avalara eso, y como no había un estudio que avalara eso, la situación era muy delicada para el gobierno”, sostuvo.

En cuanto a la avenida de circunvalación, dijo que la vía está detenida por varias razones, entre las cuales figuran que fue concebido por la OPRET como un botadero de materiales y se encuentra frente a un farallón donde amerita el uso de explosivos, pero el área es densamente habitada.

Planteó que la construcción de la avenida en la ribera de los ríos Isabela y Ozama, en una zona pantanosa, puede costar cuatro veces o más veces que el Metro.

Expresó que sus posiciones sobre la obra se han debido a un compromiso social con el país. “En esto no me anima ningún interés político, ni económico, no hay nada personal ni contra la institución que construye, ni contra las personas que dirigen la obra”, dijo.