El geólogo Osiris de León advirtió que el río Masacre es la fuente de agua más importante de la franja fronteriza Norte, por tanto el que Haití le abra un canal de forma unilateral, inconsulta, rígida, cuasi arbitraria, representa un desafío para la sociedad dominicana.
Considera que Haití debió consultar primero con República Dominicana antes de tomar la decisión de abrir un canal, que dijera cuáles días necesitaba agua, en qué horario y cuáles eran los caudales.
Temas que hubiera discutido con la Cancillería, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), el Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillado (Inapa), la gobernación de Dajabón, los productores, juntas de regantes, para llegar a algún acuerdo favorable para ambas partes.
Recuerda que desde 1929 existe el Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje, entre Haití y este país para garantizar que tanto esa fuente como el Artibonito y el Pedernales sean manejados como transfronterizos.
De tal forma, precisa, que el aprovechamiento de los ríos sea de forma conjunta y consensuada, no de manera unilateral, irresponsable e irrespetuosa, como pretende la vecina nación.
Explica que el Masacre es el río que aporta caudales desde la zona de Loma de Cabrera, Dajabón y Manzanillo, localidades que dependen fundamentalmente de esa fuente para la agricultura y el consumo.
Eso implica, precisa, que si en algún momento uno de los dos países quiere hacer uso importante de esas aguas, tiene que consultarlo con la otra parte, en función del caudal disponible en un momento determinado, porque no es lo mismo el caudal de sequía que el de una época meteorológica activa.
“En consecuencia, la forma de administrar ese recurso fluvial es considerando los períodos de sequía, que es cuando menos agua hay, por tanto hay más crisis y más presión, tanto del lado de Juana Méndez como del lado de RD», apunta.