Geopolítica del Santo Domingo del 65 (2)

Geopolítica del Santo Domingo del 65 (2)

Las mayores diferencias entre ciudades son solo de tamaño, nivel de desarrollo económico y estilo de construcción. Desde el punto estratégico no es buena idea entrar en el centro de las ciudades. (Ideas de estrategia militar urbana).

La zona intramuros y los barrios de Ciudad Nueva, San Carlos, Gascue fueron acorralados y arrinconados por el corredor de seguridad y transformó, por algunos meses, todos los usos tradicionales de una ciudad: los edificios fueron sobre densificados y sobre utilizados, días y noches sin tregua y todos sus servicios, no solo por los “constitucionalistas” también por numerosas familias de la zona Norte, sobrevivientes de los bombardeos. Los pasillos, las escaleras y partes comunes eran “espacios públicos” ahí se informaba, se discutía, se planificaba y también se enamoraba. Los muros de los edificios fueron pintados por los artistas solidarios agrupados en “Arte y Revolución” (Silvano Lora y Jacques Viau) con murales y propaganda que traducían la ira del pueblo; las azoteas fueron ocupadas por combatientes y armas de todo calibre; las calles, sus intersecciones y sus parques se usaron en algunos casos para hoyar una trinchera, en otros casos para las paradas militares, los ejercicios, el entrenamiento y las concentraciones políticas (Parque E. M. de Hostos, Parque Independencia, El Conde).

Todo el espacio urbano fue transformado en espacio de convivencia, de resistencia (los comandos y edificio Copello) y de sobrevivencia. La población se mantenía informada, circulaban “Patria” y “La Hoja” ya que La Nación y El Caribe habían interrumpido su aparición. La organización de la vida de cada día dependía del abastecimiento desde el exterior que miembros de las familias organizaban, el racionamiento y custodio de los bienes de Aduanas fueron escrupulosos y las tentativas de vandalismo controladas.

La ciudad en resistencia era bombardeada, tiroteada, azotada por francotiradores y militares del CEFA (Los Molinos, Radiotelevisión). Las casas se llenaron de huecos, hoyos y grietas. Los soldados especializados en tácticas urbanas disparan primero a paredes y puertas para asegurar y “limpiar” la zona.

El uso de vigilantes-francotiradores es obligado. La guerrilla urbana ha demostrado que un solo tirador puede entorpecer o evitar incursiones enemigas.

Los edificios iniciaron con eso un proceso de obsolescencia irreversible. Se estudió la ciudad, lo del “Puente Duarte” y esas lecciones vividas en carne propia, servirían para la re-construcción de una nueva ciudad: la de la “contrainsurgencia”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas