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El problema del narcotráfico alcanza año tras año mayor relevancia por la carga trágica que conlleva en criminalidad y frustración. Se ha llegado a un punto en que varios líderes han planteado una revisión de las estrategias aplicadas y han apuntado su dedo acusatorio, de manera muy crítica y desafiante, hacia los principales centros de consumidores del mundo, como acaban de hacer varios líderes en la Asamblea General de la ONU.
Según el último informe de ONU, en 2010 unas 230 millones de personas consumieron al menos una vez. De ellos, unos 27 millones son consumidores críticos. Los escenarios de consumo han cambiado significativamente en los últimos años. Si en 1998 el mercado norteamericano consumió 267 toneladas y el de Europa solo 63 toneladas de cocaína; en el 2008 EE. UU. consumió 165 y Europa 124. Para 2012 se ha igualado el consumo en ambos con niveles de 150-160 toneladas en cada uno. EE. UU. sigue bajando y Europa subiendo. Analistas alertan de un cambio en productos de consumo con un crecimiento de drogas sintéticas, más dañinas.
América Latina es la principal fuente de producción de cocaína cuya materia prima, la hoja de coca, se produce en la región andina. En 2011, según la DEA, se produjeron 785 toneladas de cocaína: 195 en Colombia, 265 en Bolivia y en Perú 325. De acuerdo con ese informe, Colombia redujo su producción en 25% en un año, bajando de 300 toneladas en 2010 a 195 en 2011. Sin embargo, según la Oficina de las Naciones Unidas contra Droga y Delito, UNODC, la reducción fue solo un 1.4% pasando de 350 toneladas en 2010 a 345 en 2011. Una gran diferencia. Expertos dan una explicación política: el informe estadounidense busca mostrar éxito del Plan Colombia. De acuerdo con UNODC en área cultivada está en primer lugar Colombia con 64 mil hectáreas, seguida de Perú con 62,500 y Bolivia con 27,000. Se obtuvieron 133 mil toneladas de hoja de coca solo 9,000 legales para usos autorizados- las cuales en el año se trasladaron en 10,000 camiones de 200 toneladas.
Los especialistas resaltan cómo, producto de mejoras tecnológicas, ahora se obtienen más hojas en menos área cultivada y más pasta de cocaína con menos hojas. En ONU se ha destacado que frente a ese panorama el énfasis sigue siendo, por 50 años, decomiso y detenciones y que ha llegado la hora del cambio de paradigma.
El Presidente de México dijo en la Asamblea General: Si ellos no pueden o no quieren reducir el consumo de drogas, al menos deben detener el flujo exorbitante de recursos que financia a los criminales. Y si esto no se puede, es el momento de explorar otras alternativas diferentes al propósito no logrado de reducir el consumo. Y agregó: El dinero de los consumidores de droga está causando así la muerte de miles y miles de jóvenes en América Latina por la violencia asociada al narcotráfico.
